Índice de la fecha

1 - Caso Grassi,  la industria del escándalo - ´La Nación - Opinión: "Los medios bajo la lupa", Mariano Grondona y Pedro Simoncini dan su punto de vista.

2 - Opiniones caso Grassi - La Prensa - "Lo que vendra " - Miserias por la miseria, por Alfredo M. Olivera.

3 - "De nuestra memoria..." Ante las mentiras de los falsos defensores de derechos humanos, la contundencia de los datos históricos sobre la salvaje guerra civil revolucionaria de los 70´.

4 - "La cuestión del Padre Grassi es de todos conocida", por Héctor Trillo.

5 - La Prensa - Opinión: "El ciudadano común se siente a merced de luchas partidarias que no comprende, pero gravitan sobre su vida y su porvenir".

6 - "Educando al soberano", por Carlos del Señor Hidalgo Garzón.

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  1 - Para leer detenidamente y pensar mucho. Los medios de prensa que tenemos y su decadencia, influencia en la decadencia de la sociedad argentina. Como deseducar al Soberano, el pueblo.

Caso Grassi, otra muestra de la industria del escándalo

La Nación -  28 de octubre del 2002 

Opinión: “Los medios bajo la lupa” 

Mariano Grondona y Pedro Simoncini dan su punto de vista

 "¿Ángel o demonio?", se pregunta una revista de actualidad en el quiosco de revistas. Con la foto del padre Julio César Grassi en su tapa, no es la excepción sino la regla.

Desde que el miércoles último el ciclo de Canal 13 "Telenoche investiga, el programa" emitió un informe que involucraba al cura en un caso de corrupción de menores, es difícil encontrar algún canal de TV, revista o diario que no dé cuenta de las novedades del caso.

El escándalo da rating y en este caso, al estar involucrada una persona de amplia exposición mediática, las cosas parecen estar fuera de control.

Los programas de chimentos dejaron, por ahora, de discutir la última declaración "fuerte" de los participantes de "Gran Hermano", los noticieros no pueden decidir dónde poner más guardias: si frente a la casa de la familia de Pablo Echarri o en los alrededores de la Fundación Felices los Niños, creada por Grassi.

Mariano Grondona y Pedro Simoncini dan su punto de vista sobre cómo los medios se ocuparon -y seguramente se seguirán ocupando - de este caso.

“Fuera de límites”

por Mariano Grondona

Definir es declarar los límites más allá de los cuales un objeto deja de ser lo que es. El hombre es un animal definidor porque siempre anda poniendo cercas y trazando límites. En la ciencia, en el deporte, en la ética. La función de la ética es trazar límites más allá de los cuales una conducta se vuelve disvaliosa.

El escándalo que ha rodeado la denuncia de "Telenoche investiga" contra el padre Grassi nos puede servir para aprender algo más acerca de los límites éticos que nos rodean.

Tres transgresiones

El caso Grassi puso en evidencia tres límites que está moralmente prohibido transgredir. El primero de ellos resalta dramáticamente: ningún educador, sea eclesiástico o civil, puede tratar a sus educandos como objetos y no como fines en sí mismos, es decir como "personas", manipulándolos en dirección de sus propios fines, sean cuales fueran, desde la propaganda ideológica hasta el placer sexual.

No nos corresponde determinar si el padre Grassi ha transgredido este primer límite. Esa tarea superior le corresponde a Dios, a su conciencia y, en el plano terrenal, a la Justicia.

Pero el juez a cargo de la investigación de lo que ocurría en la Fundación Felices los Niños, lejos de investigar silenciosa e imparcialmente si el padre Grassi cruzó el primer límite, al ventilar por televisión su opinión sobre lo que estaba investigando transgredió el segundo límite: que los jueces sólo hablan por sus sentencias. El doctor Meade se transformó en un ejemplo vivo de la irrupción de los llamados "jueces mediáticos", que no han comprendido que no se puede ser juez y mediático al mismo tiempo.

Una tercera norma ética nos dice que si un programa de televisión investiga, debe incluir en su presentación tanto los argumentos de la acusación como los de la defensa. Privilegiando claramente los argumentos acusatorios contra el padre Grassi, "Telenoche investiga", pese a la convicción íntima de su equipo, transgredió este límite moral.

Dañar a sabiendas

Supongamos que la investigación televisiva del caso Grassi hubiera sido, al contrario, imparcial. Aun así, ¿era moralmente lícito exponerlo ante millones de espectadores sin esperar el pronunciamiento de la Justicia? ¿Se midió el daño que sufrirían no sólo el sacerdote acusado, sino también los seis mil doscientos chicos a su cargo?

Cuando se practica periodismo en medios gráficos, en la radio o en el cable, se puede calcular con cierta aproximación el perfil de la audiencia. La televisión abierta, al contrario, llega indiscriminadamente a toda clase personas. Ante la imposibilidad de determinar siquiera aproximadamente el perfil de su audiencia, es doloroso reconocer que la televisión abierta "siempre" hace algún daño a espectadores particularmente vulnerables.

Diríamos que es inevitable, a menos que renunciemos a la televisión abierta. Pero en este caso las víctimas no eran incalculables. Antes de que supiéramos si era culpable, el nombre del padre Grassi recibió un daño irreparable. Miles de chicos absolutamente inocentes han sido psicológicamente perturbados. Cuando daños como éstos son perfectamente previsibles, ¿es moralmente lícito inferirlos?

Habiéndonos desviado del principio según el cual toda persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario, quizás este doloroso episodio nos advierta a todos los argentinos, y especialmente a quienes tenemos la gravísima responsabilidad de hacer televisión abierta, que hemos venido cayendo desde hace un tiempo en la demoníaca vigencia de un antiprincipio: que toda persona es culpable hasta que pruebe su inocencia.

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“¡Todo mal!”

por Pedro Simoncini

En los últimos tiempos múltiples sectores de la sociedad argentina están promoviendo el análisis de la responsabilidad social de los medios de comunicación en épocas de crisis.

Entre ellos, la televisión es objeto de justificadas críticas por los contenidos de sus programas, incluyendo los periodísticos y la manera de encarar los temas en formas que sólo persiguen propósitos de atraer audiencias de cualquier modo, lo cual exige incluir como ingrediente fuertes dosis de sensacionalismo.

No atribuimos este propósito a los profesionales que participaron en la investigación que dio lugar al programa "Telenoche investiga" sobre la comisión de supuestos delitos por el padre Grassi. Sin embargo, estimamos que un medio tan importante debió haber actuado con más prudencia y cuidado en el planteo de un tema muy delicado, ya que los productores del programa sabían - o tenían la obligación de prever - que éste habría de crear una gran conmoción y daños potenciales de carácter moral y personal a personas y organizaciones. Colocamos en primer término la situación de los más de 6000 chicos atendidos por la Fundación Felices los Niños, cuyo ámbito de contención ha sido puesto en peligro y reclama urgentes y prácticas soluciones.

El trabajo de "Telenoche investiga" no tuvo, además, aportes de pruebas contundentes para sostener la grave imputación, dejando amplio campo para la duda y la desorientación, que fueron los sentimientos que mayoritariamente experimentó la numerosa audiencia que vio el programa. De allí que el hombre de la calle se pregunte por la posibilidad de que hayan existido otras motivaciones, que la imaginación colectiva hace variar desde propósitos de venganza personal por problemas comerciales que afectaron la Fundación hasta la acción de mafias a las que también ésta habría perjudicado al contener a niños restando material humano al submundo de la delincuencia.

Pareció quedar en claro que en el futuro - como no puede ser de otra manera - el tema quedará en manos de la Justicia, institución que tampoco sale bien parada en el programa por causa de desafortunadas declaraciones del magistrado interviniente en la causa y sus interpretaciones de los hechos, expuestas en pantalla. Por encima de las dudas y contradicciones que el sentimiento popular experimenta sobre el tema se piensa que si el padre Grassi, debidamente juzgado, es hallado culpable, deberá ser sometido al rigor de la ley, por decisión exclusiva y excluyente de la Justicia y no de ningún medio de comunicación.

El programa transmitido está causando consecuencias aún mas graves puesto que en los días posteriores a la emisión de "Telenoche investiga" la televisión ha estado brindando un nuevo y triste espectáculo, ratificando las señales de su actual decadencia profesional. Nos referimos a la guerra que se ha desatado en las pantallas entre periodistas de distintos canales. A semejanza de una disputa Boca-River se ha encontrado el símil Culpable-Inocente. Se presentan los aspectos más negativos del problema sin aportar elementos esclarecedores para orientar al televidente en la formación de su propio juicio. Se explotan morbosamente las peores frases del programa original, sin ningún tipo de consideración por los menores.

La imagen de ciertos canales explotando un tema como éste, con único propósito de escándalo, para cubrir horas de espacios a bajo costo y lograr captar audiencias, hace recordar las previas y macabras experiencias televisivas de explotación de las muertes de Rodrigo y Walter Olmos, con análogos objetivos.

Una expresión coloquial de la gente joven es aplicable a estas lamentables circunstancias: "Todo mal..." Triste síntesis que refleja la profundidad de nuestra crisis como sociedad y la magnitud del esfuerzo que entre todos deberemos realizar para superarla.

El autor de esta columna es presidente de Programas Santa Clara SA y miembro de la Academia Nacional de Educación.

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2 – Opiniones caso Grassi

La Prensa - 28 de Octubre del 2002 

“Lo que vendra “

Miserias por la miseria 

por Alfredo M. Olivera

El muy meneado "caso Grassi" - que combina miserias varias - contiene aristas aún muy oscuras.     

Un repaso puntual de los hechos globalmente considerados debería comenzar con lo ocurrido en 1998, cuando el sacerdote denunció la presunta estafa de una empresa privada dedicada a la organización de una movida mediático-comunicacional con efectos benéficos para la ´Fundación Felices Los Niños´ que, como es público, estuvo y está fuertemente involucrada en la distribución de ayuda social a sectores infantiles carecientes.

El tema que se comenta tuvo tratamiento en sede judicial y, tiempo después, irrumpió otro denunciante; en este caso, un pretendido damnificado por actos de abuso sexual a cargo del sacerdote. El juez interviniente en la causa no halló mérito alguno para imputar al denunciado. ¿Una cuestión privada en la que sólo faltaron "elementos de prueba" o simple y grosera calumnia?

En agosto del año en curso, un matutino de gran circulación aludió a una presunta puja entre sectores oficiales y privados dedicados a la problemática social, por cuestiones no suficientemente aclaradas pero que - se dijo - tenían algún grado de conexidad con la temática de los costos de la ayuda para los carecientes.

En medios consultados, a su turno, se dijo, a modo de ejemplo, que mientras los hogares a cargo del sacerdote mencionado ofrecían alimentos por más o menos dos pesos por cada persona, y las viandas distribuidas con el soporte de las cocinas de campaña del Ejército (que obviamente en sus números debió agregar el equivalente a combustible y a otros insumos para darle "movilidad" a la ayuda) significaban aproximadamente $ 3,50 cada una, la estructura que combina elementos estatales, comunales o provinciales, merced a un entramado que es difícil desagregar de la red clientelístico-política al servicio del oficialismo, casi triplica los costos (se aludió a $ 6 o $ 6,50 por persona).

Coincidentemente, en la reciente edición de una revista de actualidad con fama de "contestataria" o "progresista" se dice que "el gasto-inversión por niño y por mes de lo que recibe como subsidio la ´Fundación Felices Los Niños´ equivale a tres veces menos de lo que invierte el Estado en la misma tarea".

Desde esta misma columna, con fecha 26 de agosto de este año, cuando parecía inimaginable el escándalo actual, se aludió a una aparente ""campaña" destinada a "recuperar" para las estructuras oficiales, sobre todo en el Gran Buenos Aires, la distribución de la ayuda social para sectores carecientes por la existencia de un denunciado "choque" entre la conducción del Ejército y sectores de la Iglesia".

A los pocos días, la Justicia sobreseyó a los empresarios acusados por Grassi y éste recibió una nueva embestida judicial que culminó con su reciente detención, con cargos aún más "pesados" que en la ocasión anterior y profusamente difundidos, inicialmente, a través de un programa de TV. Los testimonios mediático-judiciales constituyen, por lo hasta aquí conocido, un clásico caso de "una palabra refutable por otra, u otras". En suma, acerca de esta conducta de Grassi, es la Justicia la que tiene la obligación de establecer, sin preconceptos, y con arreglo a derecho, si es, o no, punible.

Sin embargo, el juez interviniente en la causa se animó muy rápidamente a describir como "suite nupcial" el dormitorio del padre Grassi, aun cuando hubo lentes de la TV que lo exhibieron entre "normal" y modesto.

Otro dato objetivo: a 48 horas de la detención de Grassi, autoridades gubernamentales, en presencia de miembros de la fundación, admitieron que ahora será el Estado el que intervendrá en los aspectos dinerarios de la asistencia social que hasta aquí se canaliza a través de la Fundación Felices Los Niños. ¿Será por eso que el 53 % de las personas consultadas por la empresa UOL cree más en la versión del sacerdote que en la de sus acusadores?

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3 -  “De nuestra memoria....”

Ante las mentiras de los falsos defensores de derechos humanos, la contundencia de los datos históricos sobre la salvaje guerra civil revolucionaria de los 70´.

* 27/10/71 FAR, copamiento de un supermercado en Provincia de Bs. AS. y robo de dinero.

* 28/10/71 ERP, atentado con explosivos a un negocio de venta de automóviles, en San Lorenzo, Santa Fe.

* 30/10/71 ERP, copamiento de una armería y robo de armas, en Rosario.

* 29/10/71 ERP, asesinato de dos policías arriba de un colectivo en la Prov. de Bs. As. y robo de sus armas. Hay un enfrentamiento con fuerzas policiales y muere un terrorista.

* 30/10/73 ERP, copamiento de la Facultad de Arquitectura de La Plata.

* 30/10/74 grupos de la presunta AAA, asesinato del militante del F.I.P., Carlos Llerena Rosas.

* 28/10/75 MONTONEROS , asesinato del Ejecutivo de la empresa FIAT, Alberto Salas, en Córdoba.

* 29/10/77 MONTONEROS, asesinato del Ejecutivo Gerente de la empresa YPF , Sr. Francisco John Schwer.

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4 – Más opiniones, caso Grassi

“La cuestión del Padre Grassi es de todos conocida”

por Héctor Trillo

Un programa de televisión con las clásicas denuncias de supuestos damnificados ocultos por la sombra y el anonimato dieron la pauta para que este personaje público fuera mandado al calabozo por abuso deshonesto. Hacer un juicio de valor es prematuro y es absolutamente imprudente. Sin embargo, es lo que más he visto, leído y oído en estos dos días en todos los medios.

Esto aparte de las consignas de fe. El "creo que es mentira", el "creo que es verdad" forman parte de las "opiniones" de periodistas, columnistas, televidentes, oyentes y hasta participantes de la ´Fundación Felices los Niños.

La verdad hasta ahora, es que un cura que siempre se ha mostrado medio descarriado de la Iglesia tradicional ha sido enviado al cadalso sin beneficio de inventario. El orden se ha revertido: es culpable hasta que demuestre lo contrario.

Lo cierto es que con este "método" antijurídico en la Argentina se ha condenado a personajes como Luque por el asesinato de María Soledad o Canevaro por el de Carrasco. Denuncias, indicios y declaraciones periodísticas han sido suficientes para lapidar al supuesto reo, que por tales medios se ha convertido en culpable sin oposición.

Mientras desde ciertos ámbitos se repite hasta el cansancio que la televisión está en un nivel patético, que sólo busca escándalos y rating y demás, no se escatiman lucubraciones acerca de la

veracidad de un programa presentado como "de investigación" que literalemente "manda al frente" a un cura en una acusación anónima de imposible demostración, ya que todos sabemos que salvo "in fraganti" la violación o el abuso sexual son indemostrables, o casi.

No se trata aquí salir en defensa de Grassi, o de los otros personajes que he nombrado. Presos ha habido muchos en este bendito país, por razones más o menos similares. Por "asociación ilícita" fueron presos desde Fassi Lavalle hasta Menem, pasando por Cavallo o Erman González.

De Guillermo Cóppola recuerdo al comisario interviniente en el asunto del florero, que cuando un periodista radial le preguntó por qué no se habían tomado huellas digitales para confirmar quién había puesto la droga, dijo que "por razones de procedimiento eso no era posible", cuando todos sabemos desde siempre, aunque más no sea por la cinematografía, que esa explicación es absurda, inconsistente, y si me apuran deshonesta.

Estamos, como en tantas otras cuestiones, mostrando la imagen tercermundista que nos corresponde. Personajes increíbles como un tal Graña (periodista de un programa llamado Punto.doc) afirmó que él "no compró" el paquete del asunto Grassi porque no le pareció serio, de donde surge que si le hubiera parecido serio lo hubiera comprado. Terrible.

A todo esto, Grassi, mostrando una conmovedora pasión por los medios, corrió a canales de televisión a mostrar su imagen benévola, al tiempo que escondía tras una campera las esposas que le habían puesto, tal como si Cristo hubiera escondido la corona de espinas. Patético.

Todo esto es descorazonador. Pero lo más triste es que estamos inmersos en ello y no parece que podamos sustraernos.

La causa por supuesto abuso de menores al Padre Grassi data del año 2000, y al parecer proviene también de una denuncia anónima. ¿Qué hizo Grassi en estos dos años para borrar esa huella terrorífica?, no sabemos. Pero cualquiera de nosotros es obvio que hubiéramos movido cielo y tierra para limpiar nuestra currícula si alguien nos acusa de algo semejante, por más anónimo que fuera.

Es muy difícil sacar conclusiones en el medio de la tormenta en alta mar. Pero sí es posible analizar ciertas cosas, como modestamente trato de hacerlo aquí.

Las denuncias anónimas darán rating pero son de un rasgo autoritario inconcebible. Gente que se dice defensora de la democracia y de la libertad no escatima esfuerzos para condenar a Grassi, como pude ver anoche en Televisión Registrada. La misma gente que se espanta y lucra de la televisión basura la aprovecha para condenar sin juzgar. Un genuino y verdadero espanto. A tal punto que una figura "progre" como Cecilia Roth tuvo que salir a "parar la moto" literalmente.

Tenemos que aprender a vivir en un Estado de Derecho. A condenar cuando la Justicia lo haga, y si la Justicia lo hace sobre bases no sólidas, a reclamar que fundamente su razón. Nadie es culpable hasta que se demuestre. Todos somos inocentes y nadie, por mediático que sea, merece que una cámara y un perioditrucho lo condene o lo destruya porque sí.

En definitiva, no sabemos si Grassi es culpable. En lo personal dudo de que Luque haya sido culpable, y no tengo dudas de que a Canevaro lo "escracharon" mientras que el comandante del cuartel quedó libre de culpa y cargo.

Lo mismo puedo decir de todos los políticos o personajes más o menos públicos que pasaron meses entre rejas sin razón demostrable. No soy abogado, pero creo que está claro que esto no se parece a un Estado de Derecho, y ese es el verdadero problema.

El mismísimo Monseñor Laguna, a cargo de la Diócesis donde se desempeña Grassi, ha declarado por escrito que si bien tiene y ha tenido diferencias con el Padre Grassi, es preciso demostrar su culpabilidad, y etc. ¿Y qué tiene que ver si ha tenido diferencias?. ¿Es que acaso el tener diferencias ideológicas o de conducción nos hace más o menos decentes o buenas personas?

Mientras se pide prudencia, la verdad es que se incurre en mayor imprudencia.

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5 - La Prensa - 27 de octubre del 2002

“El ciudadano común se siente a merced de luchas partidarias que no comprende, pero gravitan sobre su vida y su porvenir”

Muchos argentinos se encuentran perplejos, asomados a una crisis del Partido Justicialista que no terminan de comprender por sus intrincados vericuetos políticos y judiciales. Contribuye a la confusión la sumatoria de organismos y congresales que jamás podrán ponerse de acuerdo, entre otras razones, porque fingen respetar globalmente lo que violan en detalle.

La perversión política lleva a que el ciudadano común se sienta rehén de una situación que no controla, pero que influye dramáticamente sobre su vida. Dos hombres en pugna tienen en vilo a su partido y a la Nación. La crisis económica, política, social y económica se está transformando en institucional.

Mientras tanto, los rehenes -que somos todos- seguimos a merced de la violencia en las calles, la inseguridad laboral, la incertidumbre sobre el futuro, los robos sistemáticos que amenazan hasta la prestación de los servicios básicos, la miseria institucionalizada, los ataques a la cultura y el lenguaje, las batallas entre canales de expresión, la violación del principio básico de inocencia, que la humanidad tardó siglos en conquistar, y la agresiva soberbia de estudiantes que son, en rigor, agitadores.

Todos, como se ve, somos rehenes del mal gusto, la incultura, la miseria moral y material, la inseguridad, la matonería y la anomia.

Somos rehenes, en fin, de nosotros mismos y nuestros propios miedos ante tanta agresión. El teatro de Moscú llenó la escena universal con una tragedia también incomprensible y mostró hasta qué punto el fanatismo y el odio irracional pueden llevar a la destrucción.

Los argentinos ansiamos una reacción que nos salve de seguir siendo rehenes. Que no sea violenta ni compulsiva. Que sea pacífica y se inspire en un alto sentido patriótico y de cultura cívica.

No nos entregaremos los ciudadanos comunes. Y no hará falta llamar al juez ni las cámaras de televisión.

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6 - “Educando al soberano”

Quiénes desde largos años  cumplimos con el sacerdocio de la docencia, una vez más venimos a decir lo que tantas veces se ha dicho - hay que educar al Soberano - y el SOBERANO  somos nosotros el Pueblo.

Somos arte y parte, en la toma de decisiones, en la indirecta forma de elegir a nuestros dirigentes y entronizarlos en el poder. Pero sin irnos hasta la época de la colonia y tomando las últimas cinco o seis décadas, vemos que la Argentina, deviene en continuas controversias, sin duda alguna podemos afirmar, en una decadencia total. Crisis tras crisis, Salvadores de la Patria, tras Salvadores de los Salvadores y así sin solución de continuidad.

Seguimos en desvaríos y controversias, sin ningún tipo cambio. Y veremos tal como nos consta, que todo es cambio  para que nada cambie, es decir , para bien de nadie y menos del pueblo.

¿De donde salieron, en estas 5 o 6 décadas pasadas, los supuestos dirigentes que nosotros entronizamos para nuestra felicidad y luego se transforman en salteadores  y corruptos? ¿Si todos recibieron en mayor o menor medida la educación supuestamente debida, basada en el conocimiento, los valores y el amor al prójimo?

Salieron de las escuelas, colegios y universidades nuestras, alguno quizás de alguna extranjera, pero el cuadro de intelecto y capacidad es del mismo cuño. Y ese cuño es La Argentina.

Entonces debemos reflexionar, que en tantas décadas las mentes que hemos formado se han transformado y la culpa sería de la educación, en primer lugar de la familia y en segundo lugar y como complemento los centros de capacitación.

Vamos por parte, sino parecería ser como estamos expiando los docentes, psicopedagogos y mediadores una culpa en gratuidad. Y nos equivocaríamos omintiendo, las influencias psicosociales y comunicacionales que también cumplen su rol.

Pienso que es necesario hacer una profunda reflexión, no tan técnocrática , como  hemos venido observando, en cuanto a programas cientificistas - copiados del llamado primer mundo - y que el meollo está en la incapacidad de humanizar el conocimiento, en desarrollar los afectos, en crear alternativas creativas, en fomentar una verdadera cultura de los valores, de la ética y la moral media. Nada nuevo estoy diciendo.

Pero la realidad es que en vez de avanzar retrocedemos. Ya la familia es la excepción, la escuela es un semillero de plantaciones ideológicas, según  el "último ganador" y la incoherencia desorbita y desconcentra a los educandos. Sean estos de cualquier nivel. Pero para no extendernos, pondremos el acento en la criminalidad de los actos y políticas erráticas que a los estamentos de los mandamás de turno se les ocurren imponer.

Después vemos lo que volvimos a ver ayer en los comicios, vergonzoso muestrario de una llamada democracia. Por la idiotización popular, unos votaban a desgano, otros con rabia, otros ni siquiera se molestaron en cumplir la ley. Y eso es carencia de formación cívica, repito, hay que educar al soberano. Para que sepa asumir en plenitud , sus responsabilidades y luego aceptar que el ángel que creía poner en el púlpito del poder, realmente era un maleante con curriculum y todo.

Resumiendo, en la Argentina se sigue al caudillaje, que a "lo bestia", como en 1930, arreaba "p'al comicio" ...y votá que estamos en democracia, canejo!!.

Somos lo que somos es porque no sabemos y no sabemos porque somos mal aprendidos, es que la educación, nunca a ha sido rentable, porque no conviene que la gente piense ....

Así, nunca hemos contar con verdaderas escuelas de formación de dirigentes, pués el que viene, cambia lo que hizo mal el otro, para hacerlo peor. Después vienen las quejas y los lloros - y mientras se sigue pensando como dijo el que lo dijo - ..." el pueblo solo sirve para aplaudir y llorar...", mientras a la palabra pueblo se la discrimina del contexto del estado. Y se subvierten los valores, se rompe la ética , se elimina el pensamiento, la reflexión y se  sigue escondiendo la cultura en un retrete público, tapando la verdadera cultura del trabajo, el orden, el respeto a derechos humanos , pero no de una sola parte y el marketing esté sentado en sillón de Rivadavia.

Seguiremos siendo masa, sin dirigentes con capacidad de liderazgo y cosmovisión Patriótica , solo coyunturalistas, bucaneros y angurrientos de votos, para luego embargar la República, quitando sueños y porvenires, ilusiones y esperanzas . Hasta que un día, ya no nos duelan las cadenas  de la esclavitud y la aceptemos  resignados. Duro, pero real.

Y ello es, sin lugar a dudas, falta de inversión para la formación cívica, por que no conviene, porque no se quiere o porque no nos dejan. Llámenlo como quieran , pero es la realidad abstrusa de mi querido País, al que por ahora "le dejan usar sus banderas”.

Basta de dejar para mañana el BASTA - ya es tiempo perdido - el hoy quizás ya fue. Pensemos un poco como reparar lo reparable y construir la Dignidad de la Justicia y la Paz, y creo que el derecho al pataleo y a rebelarse ante la injusticia es del orden natural. Y sino a no quejarse.

Cordialmente a todos.

por  Dr. Carlos del Señor Hidalgo Garzón *

Abogado Especialista en Derecho Administrativo, Psicosociología Administrativa y de MCS. Docente Universitario

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