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En nuestro número 313 del 14 de febrero publicamos un artículo del diario ´La Nación´ mencionando los nuevos grupos de participación ciudadana en el acontecer político argentino.

A pedido de varios lectores y por gentileza de María S. Azzi que nos brindó la información, hoy publicamos aquí las direcciones web o mails correspondientes, para conocimiento de nuestros miles de suscriptores.

Además, por observar el sano espíritu republicano y constructivo de estas agrupaciones - en evidente contraste con las mal llamadas asambleas barriales, rápidamente copadas por activistas de izquierdas, como burdos remedos de soviets callejeros - a partir de la fecha estos links serán parte permanente de nuestra publicación.

• ¨Respublica¨ www.respublica.org.ar -- [email protected] de Wenceslao Tejerina y María S. Azzi.

• ¨Fundación Cívico Republicana¨ -- [email protected] de Ricardo López Murphy.

• ¨Escuela para la Libertad¨ -- [email protected] de Simón Chatz.

• ¨Sobran Políticos -- [email protected] de Jorge Dorado.

• ¨Dos de Junio¨ -- [email protected] de Raúl Gándara y Raúl Hammar.

• ¨Taller Sarmiento¨ -- [email protected] de Ismael Allami.

• Mayoría Silenciosa¨ -- [email protected] de Agustín Machado.

• ¨Para Poder Elegir¨ -- [email protected] de Santiago Delger.

• ¨Democracia Directa¨ -- [email protected] de Agustín Echebarne y Enrique Duhau.

En 1998 en Capitán de Fragata Alfredo Ignacio Astiz fue sometido a una evidente operación política fraguada por sectores del gobierno menemista. Como resultado fue irregular y desproporcionadamente dado de baja de la Armada y además condenado alevosamente por el juez Claudio Bonadío por una presunta apología de delito, en base a exclusivas declaraciones sin pruebas de la desde entonces descalificada periodista Gabriela Cerruti respecto a una charla privada en un café, sin testigos. Valió para este juez más la mera palabra de una activista que la de un Oficial de la Armada veterano de dos guerras. La Sala actuante de la Cámara de Casación no se animó con el caso y dio un paso al costado evitando pronunciarse, muy argentino, nada de ´costos políticos´. La apelación correspondiente está desde hace largo tiempo cajoneada en la Suprema Corte de Justicia, sin resolución.

En el 2002 el ex líder criminal de la banda terrorista Montoneros, el múltiple asesino probado y confeso Mario Firmenich, cometió flagrante apología de sus delitos, en forma pública y ante medios de difusión masiva. No había nada que probar, ya lo estaba y ante miles de ciudadanos del mundo. Extraña justicia la nuestra, un paradigma de la politización y desigualdad ante la ley, de la falta de valor cívico y mera vergüenza, fallaron que Firmenich era inocente.

Por supuesto, los activistas de izquierda y sindicalistas de abogados de privilegios laboralistas - los que gritan , ensucian y golpean cacerolas contra la Suprema Corte los vergonzantes jueves a la tarde, en un porteño remedo de los Camisas Pardas nazis – de esto no dicen palabra. No es su objetivo la verdadera justicia, la independiente, la que garantiza los derechos ciudadanos; ellos sueñan con los paredones populares y los ¨burgueses¨ silenciados o en las ´cárceles del pueblo´, lo de la Corte es solo un instrumento de lucha. Las ceguera de las justas broncas no permite vislumbrar esto a la inmadura sociedad que en general somos, no muy diferentes de las dirigencias que criticamos, aunque esto contradiga a los demagogos prestos a endulzar los oídos de ¨la gente¨.

De los primeros cacerolazos se llegó a decir que eran espontáneos, desde luego hasta donde pueden serlo las reuniones de muchedumbres considerables, que no dejan de responder a alguna incitación o conducción abierta o encubierta.

Pero respecto de las últimas, en especial la de la noche del viernes pasado, está claro que fueron copadas por agrupaciones de izquierda, para darles un tono faccioso e ideológico.

Varias de ellas ocuparon la Plaza de Mayo apenas se retiraron los evangelistas que oraron por la paz entre los argentinos. Muy otros fueron los rezos de quienes los suplantaron.

Bajo el anatema - o manto de simulación - en el sentido de que "se vayan todos", cayó la totalidad de los políticos, pero con las convenientes excepciones. Entre las cuales la más destacada fue la que favoreció a la asociación de antecedentes y convicciones bolcheviques, denominada "Madres de Plaza de Mayo".

Hicieron éstas una reaparición triunfal aupadas por los aplausos de correligionarios y camaradas de ruta para desagraviarlas de los abucheos que recibieron de la manifestación del 20 de diciembre.

Esta vez, en cambio, resultaron vitoreadas por quienes olvidaron - o más probablemente tuvieron muy en cuenta - sus recientes expresiones en favor del terrorismo internacional, para la ocasión representado por Bin Laden.

Del mismo modo, el diputado Luis Zamora se paseó a sus anchas por la misma plaza donde hasta entonces se había cuidado de no aparecer, tal vez escamado por el tratamiento frío u hostil que días antes había merecido su colega Elisa Carrió.

Estas intentonas de la izquierda de apropiarse y torcer el rumbo y sentido de las reclamaciones legítimas han ido alejando a quienes las sustentan de pleno derecho.

Una cosa es la protesta pacífica y otra la exaltación de los terroristas que asolaron a nuestro país, impúdicamente proclamada por Hebe Bonafini. De ahí que paulatinamente haya ido mermando el número de los que se acercan de buena fe a la Plaza de Mayo y de pronto se topan con tales aberraciones.

• Enojarse hoy con sedes de bancos donde se depositó dinero que terminó en el «corralito» es como ir a patear el buzón donde se introdujo la carta que se perdió. Todo va a una «autoridad central».

• Los culpables del penoso «corralito» no son los bancos, menos sus sucursales, y se Ilega al absurdo de atentar contra simples camiones blindados.

• Los culpables del dolor de la gente son los políticos que por demagogia incrementaron déficit (municipales, provinciales y el nacional). El Estado, ahogado, licitaba Letras a 14 %, emitía títulos para salvarse.

• Allí fueron en su mayoría los fondos legítimos del público, hoy irrecuperables. El Estado quebró: Y sigue la demagogia de los políticos.

• Penoso!

La crisis económica actual tiene mucho que ver con la inseguridad jurídica que se ha instalado en el país a partir de claras violaciones al derecho de propiedad, con un componente confiscatorio. El buen funcionamiento del sistema jurídico es una de las bases del desarrollo económico, ya que de lo contrario se introduce un factor de riesgo que encarece y traba las operaciones, especialmente en inversiones de largo plazo.

Detrás del orden jurídico está el sistema institucional. Nuestro ordenamiento constitucional - un Poder Legislativo que dicta leyes, un Poder Ejecutivo que las reglamenta / aplica y un Poder Judicial que decide sobre los casos conflictivos - está pensado justamente para asegurar el sistema jurídico.

Por eso mismo los gobiernos de facto —aún cuando alguno haga las cosas bien— tienen dificultades en atraer inversiones. Durante el Proceso no se pudieron hacer privatizaciones importantes porque no había reales interesados en hacerse cargo de empresas estatales.

El gasoducto Centro - Oeste, construido por una empresa holandesa bajo el sistema de concesión, ganada en una licitación internacional transparente, fue luego confiscado por el Gobierno de Alfonsín, el cual con esto dio razón a los que no invirtieron.

En este momento el orden institucional está siendo fuertemente cuestionado. La sociedad piensa en forma casi unánime que el Parlamento no la representa, y acusan a diputados y senadores como "banda de ladrones". Sin duda, esta percepción es muy exagerada.

Que haya legisladores que no saldrían indemnes de un juicio sobre enriquecimiento ilícito, correctamente llevado, es un hecho. Pero a muchos otros, este sayo no les cabe.

Que hay muchos que no tienen el nivel que se debería requerir a alguien que decide sobre leyes que luego nos obligan, también es cierto. Pero hay que tener en claro que diputados y senadores fueron elegidos en elecciones formalmente correctas y que no son muy distintos a sus electores.

Si hay corrupción en la política es porque también la hay en la sociedad.

Es muy grave el nivel de agresión que existe contra la clase política, esto es, legisladores, altos funcionarios y jueces superiores o conocidos. Que se los insulte en la calle o en locales, que se los agreda físicamente, se los llame por teléfono para insultarlos o que la gente se levante en un restaurante cuando los detecta, todo esto es gravísimo, porque implica que no se les reconoce la representatividad que tienen, suponiendo de antemano y sin pruebas, que son delincuentes.

El Gobierno y muchos políticos no parecen advertir que en estas circunstancias la acción que impulsan para destituir la Corte va en la misma dirección de destrucción de la institucionalidad. Ninguno de los motivos que se invocan para el juicio político resiste el menor análisis.

Que dos o tres jueces renuncien y sean reemplazados por otros es un proceso normal de renovación; pero que todos sean destituidos, para colmo por un Congreso altamente cuestionado, es un claro ataque a la institución misma. Una nueva Corte sería considerada como un apéndice político del Presidente, con lo cual ya no habría Estado de derecho.

Del ataque a las instituciones también participan jueces. Que se haya dispuesto la prisión del ex Jefe de Policía, Rubén Santos, es una enormidad. El metamensaje de esto es claro: que en el futuro la Policía no intervenga cuando grupos violentos procedan a destruir e intimidar y procuren copar el poder por la fuerza, tomando la Casa Rosada. La vez pasada ya entraron en el Congreso.

La violencia, los piquetes, las agresiones a los políticos, puede llevar a destruir las instituciones. El ciudadano común - el que también está molesto, fastidiado y desorientado por todo lo que ocurre con las medidas económicas y su vida cotidiana - se siente agredido por la crisis, molesto con sus gobernantes, legisladores y jueces.

Fue asesinado el 10 de abril de 1972 en una emboscada combinada del ERP y las FAR, en la ciudad de Rosario. En el atentado murió además una mujer que atendía un quiosco, la Sra. Cucco de Ayala.

Participaron por las FAR los cabecillas Juan Roque (luego Oficial Superior Montonero, NG: Lino, caído en combate con las Fuerzas Armadas en la Capital Federal en 1977) y el luego Oficial Primero Montonero Martín Gras, NG: Chacho, caído prisionero de las Fuerzas Armadas en 1977 y liberado en 1979 luego de dos años como activo colaborador de las operaciones antiterroristas, instalándose en el exterior. En 1985 este último es aceptado como "imparcial testigo de cargo" (?) en el juicio a los Ctes. en Jefe del gobierno militar, en 1995 trabajó en el COMFER como abogado y en 1997 estaba en la Universidad de San Miguel, donde dictaba materias de "comportamiento democrático" a personal policial de la Provincia de Bs. As.

7 - De: [email protected]

Decía Ortega y Gasset que derecho es la norma, lo normal, lo que tiene proyección temporal, lo establecido y que la pretensión de hacer Justicia por el legislador, aunque estuviera inspirado por los más altos propósitos, ha provocado universalmente la muerte del derecho. Derecho que es frontera y que, por tanto, no se puede cambiar todos los días, porque nadie sabe a qué atenerse y porque nadie sabe donde termina el derecho propio ni donde empieza el ajeno.

Si Ortega viera lo que nos sucede escribiría, sin duda, una addenda. Somos la caricatura de su pensamiento. Las leyes duran días (léase la de intangibilidad de los depósitos), los decretos horas, las resoluciones y las circulares, minutos... Al punto que, conminado un empleado por un gerente que le recriminó no haber leído la ´circular n° tal´, aquel le replicó estar esperando la que la derogaría.

En Argentina la ley no es lo que rige, sino lo que van a derogar. ¿Cómo pretender que se respete?

Cuando las leyes son muchas, como aquí, la hiperinflación legislativa provoca el mismo efecto que con la moneda, la degrada... La reduce a un reglamento que es un estadio normativo inferior.

En materia jurídica hace falta, institucionalmente pocas reglas, claras, accesibles al común, que sean respetadas y si no lo fueran, un Poder Judicial fuerte, independiente, que las haga respetar tanto a gobernantes como a gobernados. Es el Catecismo del Estado de Derecho.

En punto a Educación, parece que las clases no empiezan. Hay más suplentes que efectivos y los efectivos no tienen la décima parte de preparación de los suplentes de antaño. Los Maestros desaparecieron, y la conciencia cívica educativa que transfiere a los educandos, cuestiones sindicales que no tienen por qué sufrir, denota una grave crisis moral... Es desagradable generalizar pero más lo es soportar este estado de cosas y si con el comentario afecto la piel académica de alguien, lo convoco a que revea su conducta omisiva.

En materia de Seguridad, Santos está preso! Los policías muertos en el cumplimiento de su deber superan en el último año el centenar y, en enero de 2002 veintinueve muertes ¿no es buena síntesis?

En lo que se refiera a Salud Pública hemos llegado al estadio más lamentable que registra la historia argentina. Ni se paga a los médicos, ni las prestaciones y los remedios brillan por su ausencia. Jubilado enfermo, dése por muerto!

¿Hasta cuándo? ¿Qué nos debe pasar para que reaccionemos?. ¡Sin Instituciones no hay Nación! ¿Qué nos extraña que nuestros hijos abandonen Argentina?

Señores: ha llegado la hora de arremangarse. Formemos partido, movimiento o lo que fuere que ponga un dique de contención a nuestra decadencia. Los tiempos se agotan. No dejemos que la "factura histórica" pese sobre nuestras conciencias!

PD.: Lo invitamos a participar de los foros de discusión, enviar Carta de Lectores y sugerencias.

Recomendamos la lectura de las Editoriales y del ensayo ´Una Revolución Cultural´, de Mario Cadenas Madariaga. www.respublica.org.ar

Sr. Director:

Cuando el Capitán Astiz y otros militares y policías denunciados por los nostálgicos del terrorismo fueron agredidos en la vía pública, los "progres" de los medios como Jorge Rial, siempre señalaron "se lo tienen merecido".

Cuando hoy son los políticos el blanco de la gente en la calle, otros progres como Mónica Gutiérrez sostienen "la gente tiene bronca, y ellos se lo buscaron".

Sin embargo, cuando un ciudadano común, en defensa propia, mata o golpea a un delincuente que quiso robarle su vida o sus bienes - o ambos -, esos mismos ´progres´ aparecen indignados y argumentan que "no se puede caer en la justicia por mano propia".

Si hay algo que el "progresismo" nos ha dejado en su siniestro paso por estos lares es precisamente eso: la incoherencia, la subordinación del sentido común a la ideología.

¿Qué dirían si la gente hubiera sido correctamente informada y conspicuos periodistas como Verbitsky y Bonasso, actores como Norman Brisky o empresarios como Lalín - todos terroristas montoneros - fueran abucheados en la calle por los crímenes de la organización a la que pertenecieron? ¿Alguna apuesta?.

Atentamente,

[email protected]

www.centrotocqueville.com.ar

El mañana es hoy. Hoy, fue consecuencia del ayer. Nada, o al menos pocas cosas, son producto de la casualidad. Entonces, ¿cuáles serían las causas que se fueron gestando "ayer", que pudieron haber dado motivo a los hechos por los que hoy estamos atravesando los argentinos?.

Para contestar a esta pregunta, se hace necesario llevar a cabo un correcto diagnóstico de nuestra idiosincrasia como sociedad. Su respuesta podría ayudarnos a evitar que, eventualmente, siguiéramos cometiendo los mismos errores de manera recurrente.

Reconozcamos, en primer lugar, que los argentinos poseemos una rara atracción por la "pasión" que imprimimos en todos nuestros actos.

Nuestra racionalidad es bien compleja, la "técnica del avestruz", de esconderse de la realidad, parecería ser la que más encaja en nuestra manera de proceder.

Admitamos, igualmente, que por muchos años hemos sido propensos a pensar en términos "mágicos", en algún "salvador de la patria" en un casi "todo o nada", sin alternativas. El trabajo en equipo tampoco fue nuestro fuerte. Tampoco hemos reparado en las equivocaciones cometidas. No hemos logrado aprender de nuestros errores.

No cabe duda que la clase dirigente ha sido la responsable de muchas de nuestras frustraciones a lo largo del siglo pasado, pues en lugar de reforzar lo sistémico obró, de hecho, en desmedro del sistema republicano de gobierno.

Para solucionar los problemas de las coyunturas, la mayoría de las veces se echó mano a soluciones cortoplacistas.

Tampoco hemos tomado en cuenta los marcos o esquemas de poder vigentes a nivel mundial, que inevitablemente establecen ciertas "reglas de juego" con las que las naciones de cada región y del mundo conviven.

Así, llegamos al gobierno electo que acaba de dejar el poder, donde además de las fallas de conducción y administración del Estado, tampoco alcanzó a comprender cómo es que funcionan las relaciones de poder a nivel internacional. Y ello fue así, entre otras razones, porque siguió anclada a conceptos ideológicos totalmente superados.

No llegamos a este estado de cosas por casualidad y nadie, que no seamos nosotros mismos, garantiza nuestro porvenir. Como en el campo de lo personal, los países son los únicos dueños y artífices de su futuro, se debe pensar racionalmente y de manera realista, acerca de nuestras verdaderas capacidades y limitaciones.

Países como Japón o Alemania, destruidos en la Segunda Guerra Mundial se insertaron entre sus pares, logrando su respeto y estableciendo una relación preferencial con los países centrales. Utilizaron diferentes mecanismos en un momento de extrema debilidad. Comenzaron por lo simple. Primero entendieron el problema; comprendieron de quienes les convenía ser aliados y amigos. Buscaron quienes podían aportarles la ayuda que necesitaban para levantarse nuevamente, tomando distancia de aquellos que nada tenían para ofrecerles. Luego, instrumentaron las herramientas necesarias para su desarrollo.

Aprendamos nosotros también, en esta hora crítica. Entendamos el problema al que nos enfrentamos y no sigamos viendo el mundo con una visión surrealista; como verdaderamente "no es".

Es cierto que también tenemos virtudes y muchas, que Dios mediante nos ayudarán para salir de la crisis, pero no es el momento de exaltarlas. Hoy, solo debemos mirar al gran desafío que tenemos ante nosotros, que es el de construir el futuro, refundar la república que, entre otros aspectos, significa:

Definir nuestros objetivos nacionales - Elegir con que país o países nos vamos a aliar - Restablecer la confianza en el sistema democrático - Restañar el tejido social herido - Mejorar la educación - Restituir la seguridad física y jurídica - Llevar a cabo un reingeniería total del Estado - Remozar la dirigencia para que actúe con una nueva cultura (¡No más improvisados!) .....

 

¡Tamaño desafío! Los argentinos no podemos seguir perdiendo más tiempo. El mundo real, mientras tanto, no se detiene ni nos espera.

www.geocities.com/prensa_independiente/F-20feb2_2002.htm

De acuerdo a lo publicado en el diario La Nación del 16/02/02, levantando un reportaje realizado por Gustavo Sylvestre al Teniente General (R) Martín Antonio Balza, éste no ha desperdiciado una nueva oportunidad para continuar con su sistemática prédica disociadora, atentando contra la paz social.

En estos momentos, en que nuestra Patria se encuentra - como mínimo - al borde del abismo, con vacío de poder, inestabilidad social y violencia latente, el General Balza, en una actitud meramente especulativa y sin ningún tipo de pudor, en lugar de buscar un mensaje conciliador que apunte a la unidad y a la reconciliación entre los argentinos, continúa utilizando argumentos que sólo sirven para mantener abiertas las heridas producidas durante nuestra triste historia reciente.

Según el artículo mencionado, el General alienta la posibilidad de que el Ejército intervenga ante un desborde social - contradiciendo lo claramente expuesto por el actual Jefe del Estado Mayor - haciendo referencia a que "muchos nostálgicos de ese pasado que no quisimos vivir, pero que lo vivimos, así lo desean", sin identificar a los "nostálgicos", a pesar de los vanos intentos del periodista para que así lo hiciera, demostrando falta de coraje o de fundamentos para sostener lo que pretendía instalar en la opinión pública.

En este reportaje tuvo la osadía de hablar de la hipocresía de los políticos - la que sin lugar a dudas existe y en gran medida - viendo la paja en el ojo ajeno y no la jangada en el propio.

Al respecto es importante recordar que según el Diccionario de la Real Academia Española, la hipocresía "es un vicio que consiste en el fingimiento de virtudes, cualidades o sentimientos que no se tienen".

Si uno ha hecho un seguimiento de la exposición pública del General, podemos decir que hemos sido testigos de dichos, acciones y actitudes que se caracterizan por tener un denominador común: la hipocresía.

Si no cómo se interpreta que en una carta dirigida al Teniente General Videla, fechada 26 de mayo de 1989, el General Balza - siendo General y desempeñándose como Director General de Institutos Militares - le haya manifestado su apoyo, expresando: "Su más profundo agradecimiento a quien tanto diera por el engrandecimiento y la profesionalización de la Institución que con tanto cariño hemos abrazado".

O que en otra fechada el 20 de Diciembre de 1989, tras "hacerle llegar un especial y afectuoso saludo", le expresara: "A nadie escapa que ya los tiempos de la historia han comenzado a reubicar los hechos, iluminando la verdad que algunos intentaron colocar bajo un cono de sombra tan falso como creíble. La conjunción de estas fiestas navideñas y el brillo de una gesta heroica que empieza a adquirir su real dimensión a pesar de las falacias, debe ser interpretada con la fe y la esperanza que contempla un nuevo amanecer".

El General Balza sistemáticamente ha pretendido mostrarse como crítico y ajeno al Proceso de Reorganización Militar y a la guerra contra la subversión.- Sin embargo nadie conoce que haya realizado presentación alguna a sus superiores cuestionando ambas cosas.

Teniendo en cuenta esto último y las misivas dirigidas al Teniente General Videla, lo que la ciudadanía debe tener claro es que el General, durante el penoso período de los '70, tuvo jerarquía suficiente (Mayor y Teniente Coronel) y destinos - Escuela de Artillería dentro del área del Comando de Institutos Militares - como para no tener ninguna posibilidad de haberse mantenido al margen de lo que hoy condena con tanta vehemencia.

Todo esto me recuerda su respuesta a una carta de lectores enviada al diario ´La Nación´ por un señor General en la que desenmascara una de las tantas inexactitudes deliberadas contenidas en un libelo titulado "Dejo Constancia" de su autoría, por la que, el General Balza en lugar de corregir la mentira publicada, asesta un golpe bajo con comentarios que nada tenían que ver con la crítica formulada.

También vienen a mi memoria sus expresiones en un extenso reportaje publicado en La Nación del 20/01/02, en el que manifiesta que "no le interesa ser referente del Ejército".

En esto el General se equivoca.- Lamentablemente, para la mayoría de los integrantes de la Fuerza - tanto en actividad como en retiro - él es un referente, pero de lo que no se debe ser.

¡¡¡¡ .. Qué tristeza que un General de la Nación, que detentó la máxima jerarquía en el Ejército y nada menos que durante casi una década, se exprese de una forma tan despectiva de la Fuerza que comandó......!!!!.

En su afán de reafirmar en la opinión pública sus intentos de constituirse en el "general del cambio" ha hipotecado a la Institución, retardando todo mecanismo conciliador y de unión nacional, quedando en evidencia que no sirvió al Ejército, sino que se sirvió del Ejército para beneficio personal.

Me dirijo a Vd. con relación a su edición del 14 de Febrero, en su articulo "Crecen las ganas de comprometerse, pero lejos de los partidos", referido a diversos grupos comentados por "La Nación" en su edición del - 20 de enero del 2002 - Sección: Enfoques.

"La Nación" , omite mencionar al lanzamiento de la candidatura del Dr. Cosme Beccar Varela, conforme al Nro. 284 de "La botella al mar" (www.labotellaalmar.com), candidatura que apoyamos un notable e importante grupo de ciudadanos, convencidos que solo un gobierno de argentinos probos, capaces y con arraigo en el país va a poder a superar esta desgraciada situación.... queremos darle al cuerpo de la Patria, una cabeza, probada en el estudio, el trabajo y la vocación patriótica.

La vocación de nuestro candidato, la cual es avalada por la Junta que lo acompaña, requiere del periodismo libre, como es su pagina, un lugar para la presentación de la opción, por lo cual le solicito la publicación de la Edición Nro.284 de "La botella al mar", cuyo texto acompaño.

Agradeciendo desde ya su servicio por la libertad, lo saludo muy atentamente

"Ante la vacancia de poder y el asalto de la "dirigencia", una candidatura esperanzada"

Una parte de la "dirigencia", con De la Rua, el radicalismo y la Alianza, ha caído......

En resumen: se fue De la Rua pero queda la estructura multi-partidaria de esta "dirigencia" que es responsable de los anos de mayor corrupción, despilfarro y ineptitud que conozca nuestra Historia ......

El pueblo que espontáneamente realizo esas dos gestas, y que sufrió y sufre tanto, tiene derecho a que alguien se arriesgue a presentarse y desafiar a la "dirigencia". El poder esta vacante y estamos a un paso de la anarquía......

A muchos les sorprenderá que se inicie una acción política con una candidatura. Pero las urgencias de este momento crucial de nuestra Historia nos obliga a cortar camino....

No hay tiempo de formar partidos. En los épocas fundacionales del país, las candidaturas hacían a los partidos y no los partidos al candidato. .....

[email protected]

www.geocities.com/prensa_independiente/F-20feb1_2002.htm

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