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Está detenido ilegalmente en México desde agosto del año 2000, un año y medio en una cárcel paupérrima, por haber combatido contra el terrorismo totalitario en la década del 70´ cuando era un joven teniente de la Armada de 24 años, jugando su vida en defensa de la República en libertad.

Los desde entonces Presidentes de la Nación Argentina y además Comandantes en Jefe de las FFAA han fracasado hasta el presente, tanto en la defensa eficaz de la soberanía judicial argentina como en proteger a rajatabla al aun hoy su subordinado militar Cavallo.

En el sitio web del ¨Foro de la Verdad Histórica ¨ (www.geocities.com/forocombat) se han agregado las copias de dos nuevos escritos presentados ante estrados de la Argentina y México.

Partes de: "El inquieto equilibrio de la Argentina"

por Joaquín Morales Solá

¡Termine con los privilegios del Estado. Hágalo ya, porque no hay mucho tiempo!. Eduardo Duhalde tenía el teléfono en la oreja y la voz que escuchaba venía de un hombre que respeta: era monseñor Jorge Casaretto, uno de los inspiradores del diálogo nacional, tal vez el único ámbito donde la intensa fragmentación de la Argentina ha comenzado a ceder.

El político y el sacerdote estaban hablando del dato más sobrecogedor de los últimos tiempos: casi la mitad de la sociedad argentina orilla la pobreza o está inmersa en ella. Se trata de la regresión social más rápida y fulminante que registre América latina, porque sucedió en menos de cinco años............

.......La salida del corralito requiere de un presupuesto creíble, de reglas monetarias definitivas y de que se encare la reestructuración del sistema bancario. Si no existieran todas esas condiciones, los fondos liberados se irán a la compra de dólares. Los tiempos corren como un disparo: ¿cuánto más puede usarse el corralito también para regular el tipo de cambio? ....

........El sistema financiero no está bien y algunos jueces están peor. La demagogia de la Justicia encendió una llamarada de preocupación en el exterior. La decisión del juez Mariano Bergés de prohibir la salida del país a una nómina de presidentes de bancos (algunos de ellos ni siquiera viven en el país) no reconoce ninguna fundamentación seria más que la práctica de un peligroso populismo.

Partes del Editorial: "Coparticipación"

 

El cardenal Jorge Bergoglio ha señalado con precisión el motivo por el cual "la asistencia del Estado no alcanza": porque sólo "llega a los necesitados un 40 por ciento, y el resto se pierde en el camino de la corrupción".

Este vergonzoso escándalo ha sido repetidamente denunciado, pero era precisa la palabra indubitable, y fundada en el conocimiento directo que el clero tiene de la situación social, para que no quedaran dudas sobre su realidad.

Como tampoco sobre cuáles son las estaciones por las que pasan los fondos públicos en ese camino de corrupción. Son aquellas donde están establecidos los personeros de los partidos políticos, que perciben para ellos y para sus representados lo que en el idioma popular se denomina "derecho de peaje".

Si hay algo organizado en el país es la corrupción, y ahí se halla el origen de la extraordinaria deuda externa e interna que ha terminado por ser declarada impagable.

¿Sabría el senador Raúl Alfonsín, cuando hace unos días asumía entre sus pares la defensa de los de su clase, que estaba haciendo de abogado de una clase parásita? Desde luego que sí. Mal podría ignorar la patente realidad con más de medio siglo de vida de comité, y después de haber fracasado en la presidencia de la Nación, precisamente, en virtud del desbarajuste económico engendrado por esos mismos abusos, que toleró o fomentó.

Para hacer efectiva la asistencia social no hay que empezar por la creación, como ha propuesto el Diálogo Argentino, de un impuesto de compleja y dudosa aplicación sobre quienes puede haberles ido bien en estos años de depresión. Primero está el sistema de coparticipación en los desfalcos al Tesoro nacional, con que debe acabar la especie de clase o de pandilla a la cual el senador Alfonsín parece estar orgulloso de representar.

Nadie más obligado a desarmar una máquina infernal que los ingenieros que la montaron pieza a pieza y conocen todos sus secretos.

Un país "normal"

 

Una Argentina "normal" sería liberal, capitalista y mucho menos corrupta y populista de lo que es el país actual.

 

Ya quedan atrás los días en que los políticos daban por descontado que, gracias en buena medida a sus propios esfuerzos, la Argentina era claramente superior a todas las demás naciones del mundo y por lo tanto no tenía nada que aprender de la experiencia ajena. En la actualidad, la mayoría afirma que lo que más quiere es que sea un "país normal" aunque, por desgracia, no hay ningún acuerdo sobre en qué consiste tal condición ni lo que será necesario hacer para alcanzarla.

Durante años, el debate político local se ha visto dominado por el enfrentamiento entre una minoría minúscula comprometida con el llamado "modelo neoliberal" y una mayoría heterogénea que lo ha atacado con vehemencia: pese a que la Argentina sea una democracia, el "modelo" satanizado se ha mantenido intacto y según parece sobrevivirá a la llegada al poder de Eduardo Duhalde.

Uno supondría que una clase política "normal" ya habría aprendido que al país le convendría que abandonara la cruzada contra el "modelo" para concentrarse en asuntos más prácticos, pero parecería que ni siquiera el colapso de la economía los ha convencido de que los problemas nacionales podrían tener más que ver con la ineficiencia de las instituciones públicas, el amiguismo, el clientelismo y otros males típicamente criollos que con la "filosofía económica" internacionalmente vigente.

Una Argentina "normal" - es decir, una que fuera similar a las naciones que conforman la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Australia que hoy en día representan "la normalidad" -, sería, además de capitalista, liberal y dueña de una economía abierta, mucho menos corrupta y menos populista de lo que es el país actual y sus gobernantes serían decididamente más realistas.

También contaría con una administración pública profesional.

En otras palabras, aunque "la normalidad" parece plantear una aspiración muy modesta, si los dirigentes políticos la tomaran en serio comprenderían que entraña un programa de reformas sumamente ambiciosas.

Sin embargo, no es demasiado probable que se sientan tentados a procurar "normalizar" el país: en tal caso tendrían que eliminar aquellas particularidades que más les gustan, como el hecho decididamente "anormal" de que los ingresos de los integrantes formales de la "clase política" son tan elevados que todos perciben más que el 95% de sus compatriotas, excentricidad que nos ayuda a entender las razones por las que se las han ingeniado para producir un desastre que para sus homólogos de otros países es inexplicable.

"Chile pide explicaciones a Fidel Castro por su supuesto apoyo a un grupo terrorista"

por Yolanda Monge - Madrid

Dos senadores chilenos han viajado a La Habana para entrevistarse con el líder cubano. El Gobierno chileno ha pedido explicaciones al Gobierno de Cuba por la 'insuficiente' colaboración

del régimen de Fidel Castro en relación a la información que ha solicitado sobre la supuesta ayuda y el refugio prestado a extremistas chilenos del ilegal Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) después de que se fugaran de una cárcel de máxima seguridad en Chile en el año 1996.

En el posible refugio prestado por el régimen castrista a la organización extremista algunos ven una reorganización del terrorismo de extrema izquierda.

El pasado lunes, dos senadores chilenos viajaron a La Habana enviados por el presidente de Chile, el socialista Ricardo Lagos. Hoy tienen previsto su regreso a Santiago.

"El país, sin ley"

 

Sólo el respeto ciego a normas inmutables podrá devolver a la Argentina al concierto de las naciones más evolucionadas

No hay sueldos que se respeten. No hay bancos que funcionen. No hay asistencia sanitaria ni medicamentos. No hay honradez intelectual en las propuestas. No hay confianza en el exterior, ni esperanza entre nosotros.

¡Es el default!

Ya no hay ni siquiera delito. Se incauta la propiedad privada desde los despachos y se la destruye y roba desde los piquetes. La policía mira sin intervenir porque teme la condena de sus propios jefes políticos y el reproche social que los agitadores siembran.

¿Qué puede proteger al ciudadano común? Solamente la ley. Hay que restaurar el respeto a la ley en la Argentina.

-¡Quejas sobran, traigan propuestas! -clamó un obispo.

Pues bien: la primera es que se respete la ley, siempre y en toda circunstancia, para bien y para mal, como son todas las cosas en la vida. No se puede seguir adaptando la ley a las conveniencias del momento, como ocurrió con las sucesivas reformas constitucionales del siglo XX.

Los países exitosos -como se usa decir ahora- lo son porque nadie se pregunta si algo le conviene o no, sino -simplemente- si es legal o ilegal. Cumplir la ley, aunque pueda ser coyunturalmente pernicioso para alguien, será lo mejor, finalmente, para todos.

No habrá, entonces, que cambiar las reglas de juego todos los días. El gran pacto nacional que todos pregonan y, en verdad, nadie parece querer, podría edificarse sobre la vuelta a la Constitución del 53 y a las grandes leyes fundacionales, como la 1420, de Educación Común, por un plazo mínimo de 12 años, para adaptarlo a los mandatos constitucionales.

Con garantías, vendrán las inversiones que hoy temen a los gobernantes dubitativos e inestables, los políticos oportunistas, los jueces mediáticos, los financistas ávidos, los estudiantes que no aprenden y los maestros que no enseñan.

No hace falta otra revolución que la de las conductas, regidas por una ley inmutable. Claro que se requiere una transformación cultural. Empecemos por inculcar el respeto ciego a la ley, que es lo que el mundo civilizado también nos está pidiendo.

Comunicado OEA sobre rompimiento proceso de paz en Colombia

Todos los estados miembros OEA apoyan gobierno colombiano

La Organización de los Estados Americanos (OEA) apoya plenamente la decisión del presidente de Colombia Andrés Pastrana de poner fin a las negociaciones de paz con la guerrilla armada de su país, dice el secretario general de la OEA César Gaviria.

En una declaración emitida el 21 de febrero, Gaviria indicó que los esfuerzos de larga data de Pastrana para terminar con el conflicto civil en Colombia han sido rechazados repetidamente por la guerrilla.

8 - "No hay que olvidarse de.... Pascual Almada "

Dirigente gremial peronista, asesinado por las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias, luego fusionadas con Montoneros) el 4 de junio de 1973, en pleno desgobierno cuasi marxista de Cámpora, recién asumido. Días después este es conminado a renunciar por Juan D. Perón ante la debacle del país, lo cual cumple obediente ante las presiones del peronismo histórico

 

Parte de ´Otras voces´:

¨Qué pueden y qué no pueden hacer los políticos con el poder¨

por Santiago Gallichio

La sucesión de gobiernos nacionales en los últimos meses ha producido efectos devastadores en muchas direcciones. Entre ellas, una es particularmente preocupante, trata de las raíces mismas de la función gubernativa. Qué cosas puede y qué cosas no puede hacer un gobierno se convierte en elemento de debate de la opinión pública cuando se violan límites que la ciudadanía considera infranqueables.

El actual presidente ha manifestado conceptos que llaman a preocupación, pues denotan con claridad cuáles son, a su entender, las funciones que debe desempeñar un gobierno, las que no coinciden con lo que manda nuestra Carta Magna.

Varias veces se ha referido a que quienes han ganado mucho con el modelo anterior son aquellos que deben hacerse cargo hoy de los mayores sacrificios para reflotar la nave hundida del Estado. La solución encontrada por el presidente a lo que considera una injusticia distributiva ha sido la de la pesificación de deudas y créditos a un tipo de cambio evidentemente inferior al de mercado, con el consecuente beneficio para deudores y perjuicio para acreedores.

Es notable la tozudez que demuestran quienes conducen el Estado argentino de un tiempo a esta parte. No han sido capaces siquiera de poner bajo control a aquellos que dependen de su autoridad directa, de modo de poder manejar la administración nacional con criterios de equilibrio presupuestario, que es la tarea primaria que se debe exigir a cualquier administrador, sea de la entidad económica que fuere.

Aun así, lejos de reconcentrarse en sus tareas básicas y no asomar su mirada hasta tanto no estuvieran ellas encaminadas, se buscan nuevas y complicadísimas tareas extraordinarias que no compete manejar a los funcionarios del Poder Ejecutivo.

Pretenden hacer justicia entre acreedores y deudores privados, corregir la competitividad comercial de miles de empresas nacionales, enseñar a los empresarios a qué precios deben vender los bienes y servicios que ellos mismos producen libremente; a los bancos, a qué tasa tomar sus fondos y a quiénes devolver y a quiénes no sus depósitos; decidir qué acreedores del Estado necesitan con más urgencia el dinero que éste les debe y cuáles pueden seguir esperando, etc.

Una nueva sorpresa la constituye la solución que se busca para el banco privado más grande del país, en problemas. El Estado manifestó que podría hacerse cargo de la institución hasta tanto se normalice su situación. Vale la pena recordar que ese banco se encuentra con algunos problemas financieros justamente, porque un importante acreedor ha dejado de pagarle sus cuantiosos créditos. Pero lo llamativo es que, justamente, ese acreedor no es otro que el mismísimo Estado que ayudará al banco a salir de su crisis actual.

El mundo del revés: en lugar de ser el banco quien imponga condiciones a su quebrado acreedor moroso, será el quebrado acreedor moroso quien ayude al banco a salir de su problema.

Un Estado que tiene infinidad de problemas... y va por más. Ya tumbó un sistema financiero. También destruyó una moneda sana, como el peso convertible, demandada por la ciudadanía. Y sigue buscando objetivos y asuntos de los que ocuparse cuando no puede siquiera hacerse cargo de lo básico.

Sería bueno revisar las concepciones con las que los políticos asumen el poder y recordarles qué cosas pueden, qué cosas deben y qué cosas no pueden ni deben hacer. Tienen todo el derecho de proponer el uso de los recursos públicos genuinos que mejor interprete sus convicciones políticas y para ello les compete la elaboración del Presupuesto anual. No pueden, en cambio, disponer de recursos que no posee el Estado y, mucho menos, obtenerlos por vía expropiatoria y arbitraria, por más sublimes que ellos consideren son las causas.

¿Qué modelo está agotado?

 

Sr. Director:

Escuchamos - usando una expresión de Benegas Lynch - "ad nauseam", que el modelo está agotado. Nos quieren confundir haciéndonos creer que el liberalismo fracasó. Cuando lo que en verdad ocurre que un estilo híbrido-folklórico, que nada tiene que ver con el liberalismo, con el marco de un desgobierno que combina hace medio siglo ineficiencia con podredumbre - perdonen: la palabra corrupción me saturó - hace y haría imposible en la Argentina como en cualquier parte del mundo, que el sano y eficiente régimen liberal diera los ubérrimos frutos esperables.

Voy a referirme al "modelo" que no está perimido. Que el paciente lector me corrija, si yerro...

Una clase política que ni en cantidad ni en calidad, podría soportar, sin pagar altos costos país alguno.

Una falta absoluta de respeto a los compromisos asumidos. Ese "modelo" siniestro está vigente.

El ultraje cotidiano a nuestra Constitución Fundadora. La impunidad a todo nivel. El ascenso de los trepadores no idóneos a los cargos de máxima responsabilidad, presidencia incluida.

Es un "modelo" maldito, en plena vigencia. Intervención estatal paralizante, prebendas, subsidios, "capitalismo" combatiendo al capital. Es un" modelo" reforzado con cada asunción de autoridades.

Universidad que alberga miles de estudiantes con minúsculo porcentaje de estudiosos; con el agravante de que un cosechador de algodón en el Chaco, cuyo hijo tal vez ni puede alfabetizarse, costea la universidad del "nene de mamá" que llega a la facultad en su propio automóvil... ¿ No será el" modelo "que nos fagocita?

Maestros con licencias que hacen posible que en un mismo grado se pague tres sueldos simultáneamente; al titular, el suplente y el suplente del suplente.

Que se ingenien las madres sin escrúpulos para gozar de permisos interminables por cada hijo que nace. ¿Les gusta este "modelo "?.

Un pueblo con una falta de formación cívica tan lastimosa que no quiere hablar de política porque es "sucia", sin advertir que los lugares que los hombres honestos y capaces dejan libres los ocupan, inexorablemente, los inescrupulosos...¿Alguien puede desmentir que ese" modelo " rige hoy ?

Un pueblo que, a semejanza de sus dirigentes da oportunidad, por irrespetuoso, por trasgresor, a que los políticos sean tan parecidos a él...¿No es acaso, el "modelo "perverso que debiera estar agotado, y que, además, impedirá de suyo recuperarnos ?

Una corporación política y judicial semejante a las mafias, constituida por millares de parásitos inalcanzables para la Ley; con relajado y manoseado verso eterno que "va a ser reducida" sin que se pase del dicho al hecho. ¿No debe ser ése el modelo caduco?

Empleados públicos que agotan, año a año el reglamento de licencias por enfermedad porque acuden al médico - cómplice inimputable - que los manda a su casa al primer estornudo. ¿Vamos a resignarnos con que siga en pie este modelo transfiriendo al liberalismo la culpa de nuestro pasmoso fracaso?

El modelo de país caricaturesco, o de opereta, con peligrosos personajes desvergonzados omnipresentes; pasando la gorra, sin decoro, por el mundo ; habitantes tan sucios e irrespetuosos que siembran las aceras con detritos perrunos, tiran al piso lo que les estorba, se trate de latas, papeles, marquillas, preservativos, etc., que ignoran el derecho del no fumador y lo intoxican gratuitamente ...en fin : un lugar en el mundo - no ya una Nación - con tantas lacras vigentes, es el modelo que debe morir.

El periodismo que no se juega por ideales sino que sólo apunta a vender su basura, que solamente corre donde la nota promete sangre, o lascivia, o violencia...la ausencia de idealismo, grandeza, el desconocimiento de lo que significa "excelencia". Ese es el "modelo" para erradicar.

Un nuevo paradigma de país que lo reemplace, sólo debe imitar a las naciones respetadas. Las libres, modernas, democráticas, con pueblos educados en claustros que nos honren y nos aseguren egresados de primera. Para lograrlo, ni siquiera es preciso ser creativos. Basta copiar y también bucear en nuestra propia historia analizando por qué camino llegamos a ser el país que ocupó un lugar de privilegio en el concierto de las naciones.

El modelo espurio, auténtico responsable de la debacle de este país potencialmente rico y actualmente digno de lástima, no puede haberse instalado para quedarse. Me niego a aceptarlo. Invito a mis conciudadanos a rechazar la resignación. ....Será hacer Patria.

¨Respublica¨ www.respublica.org.ar -- [email protected] de Wenceslao Tejerina y María S. Azzi.

¨Fundación Cívico Republicana¨ -- [email protected] de Ricardo López Murphy.

¨Escuela para la Libertad¨ -- [email protected] de Simón Chatz.

¨Sobran Políticos¨ -- [email protected] de Jorge Dorado.

¨Dos de Junio¨ -- [email protected] de Raúl Gándara y Raúl Hammar.

¨Taller Sarmiento¨ -- [email protected] de Ismael Allami.

¨Mayoría Silenciosa¨ -- [email protected] de Agustín Machado.

¨Para Poder Elegir¨ -- [email protected] de Santiago Delger.

¨Democracia Directa¨ -- [email protected] de Agustín Echebarne y Enrique Duhau.

Sres. Diario Clarín:

Desde hace años Clarín, con su suplemento Zona y su revista Viva, agrede constantemente a los militares argentinos que en la década del 70 arriesgaron sus vidas para librarnos de una guerrilla que asesinaba a ciudadanos inocentes.

Mientras tanto, familiares, amigos y organismos defensores de estos guerrilleros han sido siempre entrevistados y tratados como "héroes" por Clarín.

Qué ironía, señores, que hoy sean éstos "héroes" creados por ustedes los que nos envían cadenas de mails pidiendo que no compremos más este diario porque oculta información y porque es mentiroso.-

Y fueron ellos, también, los que organizaron los "escraches" (tan alabados por ustedes cuando las víctimas eran los militares) frente al diario y a Canal 13.

[email protected]

¨Cacerolas coloradas¨

Muchos izquierdistas locales están más interesados en su propia figuración que en impulsar cambios, y los cacerolazos les brindan un escenario irresistible.

Desde el 19 de diciembre del año pasado, día del gran cacerolazo que tanto desmoralizó al gobierno del entonces presidente Fernando de la Rúa que optó por irse, la vida política del país está pendiente del estado de ánimo de la clase media porteña.

Se ha hecho saber que, de producirse un cacerolazo realmente impresionante en su contra, el presidente Eduardo Duhalde estaría dispuesto a convocar a elecciones anticipadas por creer que le sería inútil intentar gobernar el país sin la aprobación tácita de la mayoría de sus habitantes. Aunque tal actitud podría considerarse democrática, refleja una forma bastante peligrosa de entender los deberes de un mandatario que en ciertas circunstancias tiene forzosamente que dejarse guiar por factores menos caprichosos que los supuestos por el humor de "la gente", es comprensible por tratarse de un presidente de legitimidad discutible.

De todas formas, en vista de la importancia que han cobrado los cacerolazos, es lógico que el fenómeno esté siendo analizado desde una variedad de ángulos distintos:

• Mientras que algunos parecen haberse convencido de que constituyen el germen de una suerte de democracia ateniense rediviva,

• otros ven en ellos y en las asambleas barriales que han generado, síntomas peligrosísimos de disgregación política y social equiparables con los primeros "soviets" rusos.

Así las cosas, es natural que muchos se hayan propuesto apoderarse de los cacerolazos con el propósito de ponerlos al servicio de su proyecto político particular.

Los primeros en darse cuenta de las posibilidades nuevas ofrecidas por los cacerolazos eran los militantes de diversas organizaciones de izquierda. Sin embargo, su intervención desató en seguida la reacción del duhaldismo que, por su parte, tiene la intención de aprovechar los éxitos iniciales de sus adversarios izquierdistas. Se trata de un juego complicado en el que las apariencias importan tanto como la realidad y el papel del ciudadano común se ha visto reducido a aquel del peón en un partido de ajedrez.

Una ventaja para el gobierno de la radicalización aparente de los cacerolazos consistiría en que la profusión de banderas rojas, retratos del "Che" Guevara y eslóganes beligerantes podría servir para asustar a los norteamericanos y europeos hasta tal punto que le mandaran la asistencia financiera que está implorando sin exigirle la confección previa de un "plan sustentable".

Consciente de esta alternativa, un estratega revolucionario hábil ordenaría a sus militantes alejarse de los cacerolazos "burgueses", pero es poco probable que esto ocurra: como tantos otros, muchos izquierdistas locales están más interesados en su propia figuración que en impulsar cambios concretos y los cacerolazos les han brindado un escenario que les parece irresistible.

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