En julio pasado, la ciudad de Bradford, en Gran Bretaña, donde reside un gran número de personas de origen asiático, fue testigo de graves incidentes callejeros que generaron destrozos de proporciones. Me refiero a incendios, daños y saqueos protagonizados por enardecidos "inadaptados", durante doce horas, luego de una concentración del extremista "Frente Nacional".

La policía local - además de intervenir con la prudencia habitual - filmó prolija y cuidadosamente todo cuanto estaba aconteciendo. Pudo así grabar en imágenes a todos quienes, en sus desbordes, arrojaban toda suerte de proyectiles, y hasta los "cocktails molotov", causando desaprensivamente daños de consideración (estimados en nada menos que unos 27 millones de libras) a la propiedad pública y privada.

Gracias a esas filmaciones, de pronto transformadas en valiosos instrumentos de justicia (lo que todos deberíamos tener en cuenta) noventa revoltosos han sido ya sentenciados por los jueces británicos. Otros cincuenta y siete están siendo procesados.

La Justicia actuó con diligencia. Y con seriedad y empeño en que se cumpla con la ley. Evitando que la calle se transforme en "propiedad" de quienes circunstancialmente aparecen como "los más fuertes". Como debe ser. Los fiscales, en lugar de "mirar hacia otro lado", munidos de las filmaciones respectivas, y sin miedos o ideologías paralizantes, promovieron las acciones judiciales del caso. Los jueces dictaron las condenas que entendieron correspondían. Sin refugiarse en la demagogia, ni en argumentos raciales del tipo de los que fueron esgrimidos por los letrados de los acusados en procura de evitar las condenas a sus defendidos. Sobriamente. Sin declamaciones.

Nuevamente, como debiera ser. Siempre. Normal, entonces, en un "estado de derecho". La propia minoría asiática local, arrepentida por la responsabilidad que aparentemente cupo a algunos de sus miembros, no vaciló en identificar a los responsables. Comprendiendo que ni la violencia ni los resentimientos pueden ser camino para resolver nada en democracia. Tampoco las cuestiones sociales o políticas. Menos aún cuando se provocan desmanes o se cometen crímenes, en violación de la ley.

Las condenas hasta ahora recaídas en estos episodios promedian los cuatro o cinco años en prisión. La máxima -que afectó a Amjid Rashod, filmado cuando arrojaba una "molotov"- fue de ocho años y medio. Pese a que muchos de los acusados no tenían antecedentes criminales.

Conforme a la ley las condenas pudieron haber alcanzado los diez años de prisión, como máximo. A Sharaz Mushtaq, un "joven" de veintidós años filmado arrojando una seguidilla de diecisiete piedras contra algunos edificios, le impusieron cinco años de prisión. Pese a que se había presentado voluntariamente y no tenía antecedentes.

En síntesis. Con normas claras, buenas filmaciones policiales disponibles, fiscales activos y jueces diligentes, las conductas reprobables merecieron las condenas previstas en la ley. Nadie quedó impune. Sin sensiblerías y con toda profesionalidad.

El 19 de septiembre de 1974 la organización terrorista MONTONEROS, secuestra a los Ejecutivos de la empresa Bunge y Born, JUAN y JORGE BORN, simultáneamente asesina a un chofer y al Ejecutivo BOSCH, en la localidad de La Lucila.

Posteriormente se paga un rescate de 60 millones de dólares, es interesante para apreciar su importancia el destacar que, a valores constantes, esa suma equivale en el mundo a unos 240 millones de dólares de hoy.

Después que desde el más alto nivel de los EE.UU se dijo que no tiene sentido ayudarnos, el Presidente debe explicar al pueblo todo el proceso proacuerdo.

El secretario del Tesoro Paul O´Neill, o sea el eco del pensamiento del presidente George W. Bush, es decir, los Estados Unidos como nación, de todo lo cual depende el Fondo Monetario Internacional, y de éste los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo, a los cuales les hemos estado pidiendo un acuerdo para lograr una ayuda financiera que nos permitiera poner bases más o menos firmes para levantar sobre ellas la lenta recuperación de la economía argentina, escribió la última página de su diccionario de dudas enunciadas, o de certezas escondidas, o de contradicciones no accidentales, puso el punto final y cerró este volumen con una frase poco diplomática por lo hiriente, como que no tiene sentido ayudar a países como la Argentina.

Para ello se basa en tres puntos:

• que no conformó el programa económico de Eduardo Duhalde,

• que los Estados Unidos están en guerra y

• que la economía norteamericana no pasa por su mejor momento.

En estas mismas columnas adelantamos hace más de un mes que las tratativas se dilatarían sin fecha fija para concretarlas. Ahora O´Neill no sólo confirma esa impresión, sino que nos quita toda esperanza e implícitamente nos dice que la solución argentina debe elaborarse entre los argentinos.

Sólo hay una variante: no nos hemos apartado del mundo con una actitud discordante, sino que nos han dejado fuera del mundo con una negativa ciertamente esperada por muchos.

El pueblo argentino, al que muchas veces le dijeron que la firma del acuerdo era cuestión de días, hoy no sabe muy bien qué es lo que ha sucedido, cuál es el fondo de la verdad de lo que hicieron los funcionarios argentinos y sobre lo que malamente reaccionaron los de los organismos financieros, para así ubicarse dentro de este marasmo nacional.

Nace así una obligación moral del presidente de la transición, Eduardo Duhalde, de preparar un informe exacto, detallado, certero, objetivo y hacérselo conocer a los argentinos a través de los medios de comunicación masiva, si no es en forma oficial por radiofonía y televisión.

El Presidente de la Nación le debe una explicación a un pueblo que esperó esperanzado lo que posiblemente se sabía que no se conseguiría, mas como ello entraría en el terreno de lo subjetivo, sólo necesita el primer magistrado enumerar todos los requisitos exigidos, los que se cumplieron, los cambios en las filosofías de las exigencias, cómo se actuó desde aquí y desde allá, y sin guardar ningún secreto por creérselo patrimonio sólo del Estado, porque esta historia debe ser cabalmente contada e, insistimos, por la máxima autoridad que hoy tiene el país, pues es un capítulo en la historia del mismo que tiene y tendrá gran significación nacional e internacional.

De: Infocívica

Miércoles, 18 de Septiembre de 2002 04:47 p.m.

Asunto: Ya tiene validez formal la iniciativa popular contra el hambre

 

El Defensor del Pueblo de la Nación legalizó la planilla de recolección de firmas que impulsa la iniciativa popular "El hambre más urgente" lanzada por Poder Ciudadano, el Grupo Sophia y Red Solidaria para que el Congreso apruebe una ley que garantice la alimentación infantil.

 

La nota completa puede ser consultada en www.infocivica.org

´Prensa Independiente´ les contestó por mail, proponiendo un complemento esencial en nuestra opinión:

Nos parece excelente señores; pero sugerimos un detalle vital , que figure en tal consulta popular con que nuevo impuesto y porque monto se financiará ese Plan, sí así lo aprobara la gente tendría real valor la consulta; de lo contrario eso no sirve y sería solo una ley declamatoria más de tantas, saludos atte.

 

Prensa Independiente

Señor Director:

"Luego de 18 años de reclamos ciudadanos, con el país refundido, el Senado, por medio de siete comisiones, analizará si corresponde, de aquí en más, terminar con las jubilaciones de privilegio que detentan quienes no realizaron aportes durante 30 años a caja de jubilación alguna.

"Quedará para cuando nos rematen el país el análisis acerca de terminar con las listas sábana compuestas por desconocidos que responden a su partidos, y no al pueblo que los eligió.

Estos "representantes" hacen lo que no podrían hacer en la actividad privada, o en sus casas. Por ejemplo, mediante impuestos, obligarnos a pagar 1000 empleados en la Biblioteca del Congreso, hace casi 19 años, etcétera.

[email protected]

Señor Director:

"Tengo el honor de defender al doctor Gustavo Bossert en el trámite de juicio político a la Corte Suprema. Las injustas imputaciones en su contra fueron respondidas en marzo.

"Desde entonces el doctor Bossert aguarda a que la Cámara de Diputados haga de una vez lo que debe: reunirse y analizar los cargos que tan livianamente se le dirigieron. Cada tanto se lee en los diarios que se ha convocado a una reunión en Diputados para tratar el tema, que luego se frustra ante la negativa de varios legisladores a dar quórum, tan sólo porque piensan que sus individuales posturas no prosperarán en el recinto.

"No es serio que integrantes de un poder del Estado hagan cargos a miembros de otro poder hace muchos meses, y se dilate luego el tratamiento del tema, so pretexto de que algunos partidos no tienen aún asegurado el resultado que buscan, con la flagrante privación de justicia y desprestigio para las instituciones de la República que todo ello trae aparejado.

"Recordando la campaña presidencial de Clinton en los Estados Unidos, bien puede decirse en nuestro caso que, susceptibilidades aparte, aquí no "es la economía estúpido", sino la instituciones."

El 17 de septiembre de 1975 - en pleno gobierno constitucional peronista – la banda terrorista MONTONEROS, asesina al Comodoro de la Fuerza Aérea D. Rolando S. Silioni, en un supermercado de la localidad de Vicente Lopez, Bs. As.

Lo que la Sociedad está reclamando es bien simple.

Ella seleccionó sus representantes por métodos que no le permiten reflejar su opción. Lo normal es que no sepa a quién está votando detrás de un figurón que encabeza.

Estos representantes así obtenidos, con el concurso de sus administradores, (en general productos de ausencia de concurso público) llevaron a la comunidad a la situación actual.

La falencia no fue local, fue total.

Hubo época, llamada por algunos de "década infame" en que los compromisos de los mayores, se pagaban durante las vidas. "Las de ellos y las de sus descendientes".

Es simple; ¿Usted designaría nuevamente, los administradores que no solo no lo representaron, lo enviaron a la incertidumbre y comprometieron el patrimonio suyo y el de sus hijos y sus nietos? ¿Lo designaría?

Otra pregunta, ¿Cuando terminó el proceso y llegó el poder político electo, no se fueron todos?

¿Que se reclama? Se reclama un cambio de sistema de elección y representación.

Si no lo saben hacer, imiten al de los países más avanzados y luego discutan que es lo mejor. Es posible que podamos acudir al claustro universitario para tener valores que expresen con sabiduría lo que el pensamiento produce de mas apropiado.

¿Nos vamos a conformar con el silencio de los ilustrados? ¿Se los consultó? ¿ O éste estado asfixiante de hechos, los exiló y les impide expresarse?

¿Porqué no se siente por propia vocación la voz de los sensatos hombres del derecho y de la honesta dirigencia?

Juntemos esfuerzos con los de los esclarecidos hombres de la información y procedamos a expresarnos sin temor a la verdad. Expresarse es imperioso para poder ayudar a concertar en libertad.

Dar espacios a los ilustrados y alejar a los no preparados para opinar, es de impostergable necesidad.Todo un pueblo de buena estirpe está queriendo re-encontrar los valores extraviados.

Se quiere construir una sociedad democrática, porque ésta por los resultados logrados, no lo es.

El año 2002 podría batir el récord en cuanto a cantidad de policías asesinados en todo el país, ya que según las estadísticas, en lo que va del año cayó en episodios violentos un promedio de un policía cada 3,5 días. El dato se desprende de la estadística que indica que en lo que va del año fueron asesinados por ladrones 35 policías bonaerenses y 39 federales, es decir un total de 74 efectivos.

El último efectivo muerto es el sargento de la provincia Rubén Luis Mendoza, acribillado ayer a balazos cuando se defendió de dos ladrones que lo quisieron asaltar en Florencio Varela.

El año pasado la tasa fue de un uniformado caído cada 4,2 días, según cifras oficiales. En el 2000, en tanto, el promedio fue de un policía asesinado cada 6,7 días, lo cual implica que "con un promedio de 3,5 este año tiende a batir un triste récord".

Las estadísticas indican que en el año 2000 fueron asesinados 33 federales y 23 bonaerenses. En 2001, en tanto 55 efectivos federales y 31 bonaerenses fueron asesinados, un total de 86.

En lo que va del 2002 suman 74 las víctimas, y el porcentaje es mucho mayor ya que se registra un promedio de un fallecido cada 3,5 días. Fuentes policiales dijeron que "existieron años en que murieron muchos más policías, pero fue en atentados cuando se producía la guerra de la

subversión de izquierda".

"Ahora, si tomamos en cuenta la cantidad de muertos desde que volvió la democracia, entonces el año 2002 seguramente será un muy triste récord", comentó la fuente.

La mayoría de los policías que murieron asesinados por ladrones se encontraban de franco y vestidos de civil. Además, los crímenes ocurrieron en el conurbano bonaerense.