===================================

==================================

1 de septiembre de 2002

Los 500 ciudadanos argentinos que al pié de la misma suscriben y adhieren, hacemos uso de la facultad de peticionar ante las autoridades que la constitución nos otorga .

Así como el día 18 de junio de 2002 fuimos recibidos en una audiencia concedida por la embajada de México , nos dirigimos hoy a usted para reclamar por la inmediata libertad del ciudadano argentino Ricardo Miguel Cavallo , detenido ilegalmente en México a pedido de el juez español Baltasar Garzón , hace ya 2 AÑOS .

Ricardo Miguel Cavallo es solicitado por un juez extranjero en virtud de haberse desempeñado como oficial de la Armada Argentina y haber peleado en la guerra contra la subversión de los años 70 .

Como será de vuestro conocimiento, éste fue juzgado por las mismas causas que lo solicita Garzón por la justicia argentina resultando desprocesado por falta de mérito el 6 de abril de 1987 según consta en la causa 761 ( ESMA ) de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo criminal y correccional , y con fallo del 8 de noviembre del año 2001 , la Cámara Federal de Buenos Aires ratifico que " los hechos por los cuales se pretende juzgar al ciudadano Ricardo Miguel Cavallo ya fueron juzgados en la causa por la que resultó desprocesado en 1987 "

Cabe destacar que el Capitán de Corbeta Ricardo Miguel Cavallo no fue beneficiado con ninguna ley de Pacificación Nacional de Punto Final ni Obediencia de Vida

La libertad que nunca debió perder este ciudadano por haber cumplido con las órdenes que emanaron del decreto de un gobierno constitucional ( decreto 2772/75) en el cual se encomendaba a las Fuerzas Armadas y de Seguridad aniquilar el accionar subversivo, esta en manos del gobierno argentino .

Las autoridades de nuestro país tienen el derecho y la obligación de hacer cumplir nuestras leyes , respetar nuestra soberanía , los fallos de nuestros jueces y dar cumplimiento al principio de territorialidad al cual ustedes se pronunciaron favorablemente al iniciar su gestión .

Ponemos en nuestros representantes todas las esperanzas y votos de confianza para que resuelvan la situación de nuestro compatriota .

No somos una colonia para que jueces extranjeros nos juzguen y se entrometan en nuestra dolorosa historia reciente .

Aprovechamos la oportunidad para saludarlo y desearle el mejor de los éxitos en esta gestión que estamos seguros cumplirá en favor de salvaguardar el honor de nuestra Patria y sus habitantes .

"EL BANCO DE LA NACIÓN"

Muchas veces me he referido a la verdadera razón que provocó el llamado "corralito" y que derivó en todo lo que derivó. Poco eco, sin embargo, tienen estas modestas opiniones en los llamados "medios masivos", generalmente proclives a buscar culpables fuera, o alrededor, pero rara vez en el núcleo del problema.

Así fue que me referí en varias oportunidades al hecho de que la banca estatal representa, cuando menos, el 50% de los depósitos del sistema, de donde surge que al hablar de "los banqueros" y de la "alianza con el sistema financiero", quienes en estos términos se expresan están refiriéndose, seguramente sin quererlo, a ellos mismos y al Estado que representan, como en el caso del presidente Duhalde.

Hace ya un largo año y medio, el ex presidente del Banco Central, Pedro Pou, exigió al Banco Provincia que se encuadrara dentro del sistema, dados los desvíos en el manejo que se observaban. Esto dio lugar a la bronca del hoy canciller Ruckauf, y a una curiosa alianza con sectores autodenominados "progresistas", en realidad filocomunistas, que se oponían por razones ideológicas y hasta raciales al mencionado Pou. Cavallo mediante, Pou fue defenestrado, como es sabido. Y ese fue el comienzo de la desbandada del sistema financiero argentino: la pérdida de la independencia del BCRA originada en la desesperación del ex ministro y en la ‘ideotez’ de ideólogos marxistas desconocedores de cuestiones elementales de las finanzas públicas.

Pese a ello, el Banco Provincia inició un encuadre, siguiendo lo normado por la ley de entidades financieras y bajo la supervisión de la Superintendencia de Bancos.

El Banco Nación, sin embargo, siguió a la deriva hasta el presente. Con más de 3.800 millones de pesos de redescuentos (préstamos del BCRA para sostener la liquidez) y con un incremento notable en la cantidad de depósitos por parte de la gente, que huye de la banca privada a sabiendas de que el Nación va a recibir redescuentos, es decir que no va a correr la suerte del Scotia en esa materia; pese a todo eso, está en serios problemas y necesita un reencuadramiento financiero. Al parecer la exigencia partió (cuándo no) del FMI, con el seguro beneplácito de la recalcitrancia izquierdosa, que pone en boca del organismo internacional la tan mentada "privatización" del elefante financiero nepotista.

El efecto del desvío de depósitos a la banca pública por parte de asustados clientes acorralados en el sistema, es una merma considerable en el manejo de fondos por parte de la banca privada y eso es lo que deriva en esas campañas de descuentos en supermercados o en combustibles si se usa la tarjeta de débito de un determinado banco para pagar. Es que esa "promo" consigue que la gente deje los fondos en esos bancos. No sé si soy claro.

Pero el Estado nada hace al respecto. Claro está. Porque en definitiva la situación lo favorece. Es decir que la banca pública crece a costa de la banca privada como consecuencia del miedo de la gente al "efecto Scotia", cuando en verdad es el manejo de los redescuentos lo que cuenta, si se me permite el jueguito de palabras. No es que la gente confía en la banca pública, es que la gente piensa "emitirán, harán lo que sea, pero no dejarán caer la banca pública.." efectivamente. Así de penoso es.

Pero los redescuentos están en valores altísimos y el Banco Nación paga intereses por tales redescuentos. Al Estado, claro está.

Bien, así las cosas, es preciso decir una vez más que quienes sostienen este sistema, quienes postulan que esto es lo correcto, quienes creen que el Banco Nación debe existir tal como es y está, deberían por una vez explicar qué piensan al respecto. Pero no lo van a hacer. Es más cómodo atarse al furgón de cola de los programas televisivos ad hoc que insultan a "los banqueros" - sin entender que están insultándose a sí mismos - antes que asumir la responsabilidad que les cabe.

Fue en 1975 cuando se inició aquel heroico Operativo Independencia.

Cuatro opciones distintas fueron las que el general Videla presentó a pedido del gobierno de aquel entonces. El gabinete en pleno (Luder, Cafiero, Ruckauf, Bottero entre ellos), optaron por la más fuerte; aquella que decía: "ANIQUILAR EL ACCIONAR SUBVERSIVO".

Fue el propio ministro de Defensa Tomás Bottero quien calificó la acción de la subversión como: "....total, sofisticada y compleja; despiadada, diabólica y criminal", agregando más tarde que sólo

quedaba una alternativa: "El exterminio total del enemigo..."

Así, a pedido del gobierno y de toda la sociedad, se inició la contraofensiva contra el terrorismo. Luego de 5 años de cruenta lucha en el monte y las ciudades, los grupos terroristas eran destruidos y la paz volvía a la Argentina.

Años después, "de la noche a la mañana" y como un castigo a nuestra futura indiferencia, llegó Alfonsín para condenar a quienes habían vencido. Es que le dolía haber perdido aquella guerra en la que participó como abogado defensor de la célula del "ERP" que asesinó al doctor Sallustro (Cámara Federal en lo Penal de la Nación. Año 1972. Causa: 247. Legajo: 9817. Fs.:3.000/7).

En 1983 llegaba el ´alfoncinismo´ para mancillar a quienes dieron o se jugaron la vida por la libertad en la Argentina. Cambiando la historia, nos robó la paz y antes de huir nos dejó la propia subversión en los portones de La Tablada. La cuestión que hoy en día el mal llamado problema militar "nos tiene hartos". Fácil es hartarse cuando se está libre gracias a quienes hoy están presos. Es fácil hartarse también y decirle a quien escribe estas líneas "no insistas con esto", cuando nada se hizo para reivindicar el nombre de aquellos soldados que en la guerra dieron su vida.

Todos conocemos la historia. Sabemos que el agresor fue la guerrilla y la sociedad argentina fue la agredida. Y fue por expreso pedido de ésta que las FF.AA. y de Seguridad salieron en su defensa. Nuestra frivolidad y cobardía nos prefieren contar que solo existieron dos demonios y que los argentinos nada sabíamos de ellos.

Nuestra frivolidad y cobardía nos pretenden convencer que no tiene sentido mirar el pasado, pues éste por acción u omisión compromete, y quizá demasiado.

Nuestra frivolidad y cobardía nos dicen que por favor terminemos con esto y transemos con un "anestésico perdón general". Ellas nos impiden tener la sinceridad de esbozar un "perdón general"; un perdón General Videla, porque hemos sido muy poca cosa, tan poco dignos al haberlo aplaudido cuando fue gobierno y luego habernos escondido cuando lo metieron preso.

Por todo eso quiero pedir que recuperemos la sencilla virtud de ser coherentes. Que a partir de ahora busquemos la paz a través del sendero de la verdad y la justicia y no por el atajo del odio y la mentira.

Por ello también el actual presidente debe tener la grandeza de reconocer que los costos políticos se asumen y valen cuando la decisión tomada es justa y verdadera. No es justo y por lo tanto tampoco un verdadero costo político indultar a quienes mataron a Paula Lambruschini y dejar preso en cambio a su propio padre bajo la sombra del dolor y los barrotes de la injusticia.

Que tenga la grandeza de reconocer que los verdaderos responsables de la guerra son aquellos eternos dirigentes formadores de guerrilleros y por ende formadores de la muerte.

Que tenga la grandeza de reconocer la verdad de nuestra historia y con él todos lo argentinos en nuestra particular batalla entre el orgullo y la memoria permítanos el triunfo de esta última. Así sabremos que fue cierto lo de la guerra. Que fue sucia porque la guerrilla le tiró tierra. Que fue cínica porque Perón, Alfonsín y muchos actuales dirigentes lucraron con ella. Pero que fue justa porque al estar en juego la Nación, quienes vencieron, no combatieron por intereses mezquinos sino porque en su corazón había un espacio grande para el heroísmo. Porque el corazón de hombrees como Videla, Lambruschini, Camps, Ricchieri, Mayol, Berdina, Astiz, Barceló, Fernández Cutiello y Abete aún queda espacio para el coraje y la grandeza.

Por todos ellos y muchos más hoy vivimos. Porque con hombres como ellos fue posible aquel famoso Operativo Independencia.

Lo que hicieron por nosotros no tiene precio. Falta ahora nuestro gesto. El de todos los que "entre nosotros" estamos de acuerdo pero que quizá por cansancio, frivolidad o cobardía no nos

atrevemos a comprometernos.

Que esta Navidad, Dios nos dé fuerzas para que desde el fondo de nuestra conciencia, luchemos por la verdad; para que así se haga realmente justicia y se obtenga la reivindicación de las FF.AA. y la libertad de quienes vencieron y son ya héroes de esta triste, pero justa guerra.

* La Argentina se encontraba debajo de Canadá en cuanto a ingreso per cápita en 1875. Después lo alcanzó para 1880, con la apertura económica. Y siguió al mismo nivel durante unos 60 años. Lo mismo ocurre en la comparación con Australia, o Estados Unidos, con el cual la diferencia era del 10 o 15% nada más. A partir de 1930 y hasta 1990, el país creció en moneda constante de unos 4.000 dólares per cápita a 8.000 dólares. Pero Canadá llegó a 23.000 dólares anuales per cápita, Australia a u$s 24.000 y Estados Unidos, a u$s 27.000.

* ¿Qué hizo distinto la Argentina para encontrarse a un tercio de lo que lograron los otros países que hasta 1930 estaban en una situación casi similar? Si la Argentina hubiera seguido la línea promedio de Canadá o Australia, en los últimos años hubiera alcanzado un Producto Bruto Interno de 900.000 millones, tres veces de lo que logró. Evidentemente los dirigentes algo han hecho para que se produzcan las fugas de capitales y el ahorro se fuera al exterior en reiteradas oportunidades. La falta de confianza complicó mucho la situación.

* Muchos dicen que la comparación con Canadá o Australia no es correcta porque son países sajones, con otra tradición y cultura. Pero la comparación de la Argentina con España o Italia tampoco favorece al país. La Argentina tuvo el doble de ingreso que España e Italia entre 1890 y 1940. Por entonces, españoles e italianos querían venir a vivir acá, al revés de lo que ocurre ahora. España e Italia alcanzan a la Argentina hacia los años ´70 en cuanto a ingreso per cápita, y hoy oscilan entre 16.000 y 20.000 dólares per cápita. En 50 años pasaron de tener la mitad del ingreso argentino, a tener el doble.

* La Argentina careció y carece de comprensión sobre cómo funciona el mundo y de una visión de largo plazo. La gestión no se termina con un gobierno, ni con el siguiente. En España, Adolfo Suárez le entregó el mando a Felipe González y éste, en vez de criticarlo por la herencia recibida y empezar todo de nuevo, como pasa acá, continuó la tarea para que España sea cada vez más creíble. Lo mismo sucedió en Italia y en Chile, con cambios de gobierno de diferentes signos ideológicos.

* La Argentina tiene un bajo nivel de ejecución y poca capacidad de gerenciamiento. Eso hace que las ideas muchas veces no terminen ejecutándose. En el mundo de hoy, para seguir creciendo es muy importante la innovación, y el país debe encontrar la forma de adaptarse a las nuevas condiciones. Si no lo hace, crecerá poco, mientras los demás países seguirán escapándose. Si la Argentina quisiera alcanzar a España creciendo a una tasa supuesta del 6% anual mientras España lo hace al 2%, tardaría 32 años. Los errores que se cometen en un año, a largo plazo son difíciles de recomponer enseguida. Conviene entonces estudiar más a fondo la estrategia de país, cómo será el contexto mundial en los próximos 10 o 20 años, y a partir de eso pensar en términos argentinos.

* Un aspecto importante para entender las crisis recurrentes es el comportamiento del Estado en los últimos 40 años. Ha querido abarcar muchas cosas de las cuales no ha podido ofrecer una solución práctica. Y tomó mucho de la renta nacional. La presión impositiva es del 60% del PBI que paga impuestos en la Argentina. Suecia está en el 50%. La participación del Estado en el PBI fue creciendo desde 1930, cuando representaba el 10%, hasta el 33% actual, medidos los gobiernos nacional, provinciales y municipales.

* El Estado ha ido acumulando impuestos a la sociedad sin relación con su patrimonio. El patrimonio neto del Estado nacional es alarmante y explica en parte por qué la Argentina sufre crisis recurrentes. En el 2000, los activos del Estado sumaban 56.000 millones de dólares, y los pasivos 136.000 millones. Es decir, un patrimonio neto negativo de u$s 80.000 millones. Una empresa con un patrimonio neto negativo no puede funcionar o tiene sofocones. Por eso ahora se impone la idea de que los estados deberían tener un patrimonio neto cero o levemente positivo, para no entrar en crisis recurrentes.

* El patrimonio del Estado es negativo, por lo tanto a las generaciones futuras se les dejarán deudas. La Argentina se endeudó para pagar sueldos de empleados públicos, gasto corriente e intereses de deuda en los últimos años. Pero ese pago de intereses viene de deudas anteriores contraídas para pagar gasto burocrático.

* Los políticos, en el siglo XX, han considerado que la renta nacional es patrimonio del empleado público. Nación, provincias y municipios fijan primero sus gastos y después ponen los impuestos. Y si éstos no alcanzan, inventan otros nuevos o los suben. Si el IVA del 13,5% no es suficiente, se lo lleva al 16%; si no alcanza con 16, al 18; y si no alcanza, al 21%. Si esto no es suficiente, se inventa el impuesto a la renta mínima presunta; si sigue faltando plata, se agrega el impuesto a los intereses, y el impuesto a los autos y camiones, y el impuesto al cheque, y así sucesivamente. Toda la renta nacional es propiedad del empleado público, que es lo único permanente. La falta de límite del Estado para fijar todos los impuestos que quiera llevó al patrimonio neto negativo, que se cubrió con deuda, y la deuda representa más impuestos para las generaciones futuras.

/////////////////////////////////////////////////////////////////////

Sr. Director

del diario La Prensa

Sección "Correo de Lectores"

______________________

Como es habitual desde el inicio del periodo democrático en Argentina, o sea desde hace casi veinte años, cada vez que el gobierno nacional se estanca en charcos de ineficiencia o corrupción no encuentra nada mejor que reflotar algún proceso judicial resonante que mantenga distraída a la ciudadanía.

Sin duda, la causa favorita ha sido, y es, el juzgamiento de los militares de la dictadura. Por enésima vez un funcionario judicial presionado por el poder político de turno (esta vez le tocó al procurador Becerra) se ha manifestado sobre la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, causa raída y desgastada si las hay que ya debería estar archivada en el olvido nacional.

Nuevamente se intenta una cortina de humo para tapar la catastrófica situación económica, agravada por una salvaje e imparable delincuencia, un desempleo creciente y una inmensa desesperanza ciudadana, sin solución a la vista. Si la gestión delarruista se caracterizó por la ineficiencia y la menemista por la corrupción, la duhaldista se llevará todos los premios por la inercia derivada de su estrepitosa falta de imaginación, que parece sumarse a los defectos de las administraciones que la precedieron.

Señor Director:

"El Concejo Deliberante de Quilmes rechazó una propuesta para imponer a una calle de esa ciudad el nombre de Jorge Luis Borges, poniendo de manifiesto, una vez más, las insalvables dificultades que el peronismo tiene en sus relaciones con el mundo de la cultura.

"Es conocido que el escritor rechazó, en vida, todo homenaje; y, por otra parte, podría decirse que su figura está por encima de cualquiera que pudiera tributársele.

"Pero resulta paradójico que, sin proponérselo, los ediles quilmeños le hayan rendido el mejor homenaje al confirmar con su actitud la validez de la afirmación de Borges: "Los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles"."

26 de Agosto de 2002

"Las imágenes periodísticas y televisivas mostrando la sonrisa de Ruckauf cuando entregaba los "documentos" - según EE.UU. inéditos - para desclasificar, nos repugnan. Y nos repugna él, que firmó el aniquilamiento de nuestros hijos, ahora convertido en campeón de los Derechos Humanos.

"No aceptamos tanta hipocresía. Ellos quieren blanquearse y lavar así sus culpas. Incluso hablan de que algunos "inocentes" que eran secuestrados también desaparecían.

"Qué pasa, señores de los organismos de derechos humanos, ¿acaso los otros, los que - según ustedes - no eran "inocentes", estaba bien que sean asesinados o desaparezcan para siempre? Sus papeles están manchados de sangre nuestra. Nos los queremos ni los necesitamos"....(sic)

Doble honor ha rendido la Armada Argentina a su tradición. El primero, en el cumplimiento de una misión de riesgo conforme a un plan concebido y ejecutado con eficacia: el auxilio prestado al buque alemán atrapado por los hielos de la Antártida.

El segundo, sin plan alguno, por mero efecto del entusiasmo espontáneo que despertó lo hecho en las miles de personas que fueron a recibir al "Almirante Irízar" al puerto de Buenos Aires, como representando a todos los argentinos.

Palpitaban en esa multitud los recuerdos del otro Irízar, el capitán de la corbeta "Uruguay", que abrió el camino hacia la afirmación de la soberanía nacional sobre el sector que le corresponde en aquel continente.

Entonces, todo era hazañoso en la vida de una nación que inesperadamente había asomado entre las primeras del mundo. Hoy, el orgullo nacional no halla motivos notorios de satisfacción sino en los campos deportivos o en los muy reservados de ciertas investigaciones y realizaciones científicas.

Pero, apenas se presenta una razón legítima que lo avive, despierta el patriotismo en letargo y se manifiesta como en el recibimiento brindado a nuestros marinos el domingo pasado.

Hoy no hay quien pueda alardear de reunir, en un día de lluvia, una muchedumbre de esa cuantía, tan diversa, tan unánime y convocada por nadie. Hace poco, un dirigente gremial, Hugo Moyano, hubo de suspender un acto organizado con antelación ante un anuncio de mal tiempo. Los partidos y sus candidatos llaman a los restos de sus fieles a lugares cerrados, para no desafiar las espantosas condiciones de la meteorología política.