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Indice de la fecha

De La Nación – 14 de marzo del 2002

 

¨Fallo judicial¨

 

Concluyó que los ´sitios´ están alcanzados por las garantías que protegen la libertad de expresión y de prensa, en un fallo en favor de la libre circulación de información en Internet.

La Sala I de la Cámara dispuso que a la luz de la Constitución nacional y los tratados internacionales incorporados en la reforma de 1994, la red de redes puede equipararse "como otro medio comunicacional público y masivo, en el que se vierten diversas formas de expresión y mediante el cual se expresan - entre otras - actividades científicas, comerciales, periodísticas y personales".

2 - ¨La libertad individual¨

¿De dónde deriva su importancia la libertad individual? De su acción en el progreso de las naciones.

Es una libertad multíplice o multiforme, que se descompone y ejerce bajo estas diversas formas:

- Libertad de querer, optar y elegir.

- Libertad de pensar, de hablar, escribir, opinar y publicar.

- Libertad de obrar y proceder.

- Libertad de trabajar, de adquirir y disponer de lo suyo.

- Libertad de estar o de irse, de salir y entrar en su país, de locomoción y de circulación.

- Libertad de conciencia y de culto.

- Libertad de emigrar y de no moverse de su país.

- Libertar de testar, contratar, de enajenar, de producir y adquirir.

Como ella encierra el círculo de la actividad humana, la libertad individual, que es la capital libertad del hombre, es la obrera principal e inmediata de todos sus progresos, de todas sus mejoras, de todas las conquistas de la civilización, en todas y cada una de las naciones.

por Juan Bautista Alberdi

"La omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual"

 

Discurso pronunciado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en el acto de la colación de grados, el 24 de mayo de 1880.

 

En nuestro último ejemplar (9 de marzo del 2002" - Número 318) publicamos una nota del diario Río Negro¨ de esa fecha, por considerarlo de interés y con la expresa intención de fomentar un sano debate sobre el controvertido tema conocido como de ´la pastilla del día después´.

Creíamos y seguimos creyéndolo, que los temas importantes para la sociedad no deben ser escondidos sino por el contrario debatidos civilizadamente ante el público, el cual libremente alcanzará sus propias y variadas conclusiones. No emitimos opiniones propias editoriales por no tenerlas en forma unánime entre nosotros mismos, solo nos limitamos a transcribir la nota mencionada.

Como preveíamos, algunas de las reacciones – hasta de algunos amigos – han sido de completo enojo; lo grave es que dichos enojos se extienden al solo hecho de haber publicado la nota; nos han dicho, tonantemente, que ¨eso no debía salir al aire¨. El argumento usado fue que hacíamos apología de ´actos de asesinato´ provocados por tal pastilla, dando por sentado desde el vamos el punto clave del debate entre las partes.

Es absoluto nuestro desacuerdo con tal idea de censura, afecta a nuestras libertades básicas de elegir lo que publicamos y la consideramos inaceptable.

Por otra parte y felizmente, hemos recibido otras notas con disidencias, pero de las sensatas, quizás vehementes algunas, pero respetuosas, fundamentadas y con pedidos de publicación, lo cual haremos en este número con tres de ellas, agregando otra más de sentido opuesto para mejor equilibrio y cerrando así hoy definitivamente el debate para este medio sobre el particular.

No silenciemos a los mensajeros, debatamos constructivamente los mensajes.

Buenos Aires, 12 de marzo de 2002

 

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Sección Cartas de Lectores - Buenos Aires, 11 de marzo de 2002.

 

Señor Director de La Nación

Dr.Bartolomé Mitre

 

"Anti" y "Post": las cosas por su nombre

El fallo dictado por la Corte Suprema, en el recurso de amparo interpuesto por una asociación civil sin fines de lucro ("Portal de Belén"), se ajusta con precisión a sólidas e irrefutables conclusiones médicas y jurídicas. Acertadamente el Alto Tribunal invoca la autoridad de Jean Rostand, Premio Nobel de Medicina quien sostuvo categóricamente que "existe un ser humano desde la fecundación del óvulo" (además de citar en sentido concordante a genetistas y biólogos de prestigio internacional como Jerome Lejeune, W.J.Larson. B.Carlson, T.W.Sandler, Salet Georges).

Desde entonces comienza una nueva vida, biológica y genéticamente única e irrepetible por la constitución de un nuevo genoma con aportes genéticos del padre y de la madre. El Señor Procurador General de la Nación califica con acierto como un "eufemismo" la designación del fármaco como "anticonceptivo de emergencia", ya que sus efectos son además "postconceptivos", hecho que en la causa estaba plenamente comprobado pues modifica el tejido endometrial impidiendo la implantación.

Siendo así el fallo recurrido implicaba una clara violación al derecho a la vida consagrado en la Constitución Nacional, en varias constituciones provinciales y en tratados que son ley suprema de la Nación. Entre otros, la Convención Americana sobre Derechos humanos (4.1.) establece que "Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley, y en general, a partir del momento de la concepción" y el preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño destaca: "el niño por su falta de madurez, física y mental, necesita protección y cuidado espe­ciales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento". Por lo tanto las voces disidentes, por lo general, no surgen tanto en torno a la existencia de la vida humana desde la concepción, sino con relación al valor que se le reconoce a la vida humana embrionaria.

La mejor tradición compartida por judíos, musulmanes y cristianos, así como por todos los hombres que sin creer en Dios al menos aceptan la dignidad superior de la persona humana, señala que la vida inocente es sagrada e intangible desde su comienzo hasta la muerte natural. Tal es en definitiva, la doctrina que ha fijado, en términos claros y contundentes, la sentencia de la Corte Suprema.

Estimado Señor Director de "Prensa Independiente":

En la síntesis de prensa del 9 de marzo de 2002, que Ud. tuvo la amabilidad de enviarme, se incluye el texto de la nota "Maniobra impiedosa" publicada el mismo día en el Diario Río Negro. Al respecto, me veo obligado a anunciarle el desagrado que me ha producido dicha nota, tanto por las falsedades que contiene cuanto por la violación de los principios de la moral en que ha incurrido su autor, que no aparece identificado (*).

La nota comienza aludiendo irónica, aunque sugestivamente, a la satisfacción "del ala más conservadora de la Iglesia Católica" ante la sentencia de la Corte Suprema de Justicia relativa a la llamada "píldora del día después". Según la nota, este fármaco se vende sin problemas en Estados Unidos y en la Unión Europea. Por cuatro razones esta afirmación es falsa: 1) en esos lugares se la vende provocando el crimen abominable de la supresión de engendros humanos, que no es un mero problema, sino un acto de la peor bestialidad; 2) el uso de tal píldora ha sido impugnado por autoridades científicas de primer nivel a raíz de sus efectos deletéreos para la salud de las madres que las consumen; 3) la píldora conculca despiadadamente la vida de cuerpos humanos ya engendrados por sus consumidoras; y 4) en aquellos mismos lugares existen incontables personas, instituciones académicas y asociaciones de bien público que rechazan y resisten la fabricación y el empleo de tal píldora.

Con no menos falsedad, la nota afirma que la Corte, para fundar su fallo, habría recurrido a "argumentos abstrusos" sobre el comienzo de la vida humana, ya que "los médicos dicen que el embrión no queda fertilizado hasta varios días después", mas no aclara después de qué. Al contrario, según la nota, la sentencia de los jueces habría prestado más atención "a la opinión de ciertos teólogos católicos" que a la opinión de "los médicos". Si el autor de la nota hubiese procedido con un mínimo de seriedad y responsabilidad --o sea, no abordando la consideración de cosas que claramente ignora--, hubiera podido saber que el embrión de ningún modo es fecundado, desde el momento en que, al contrario, es el producto de una fecundación previa, y, además, también debió haber consignado que un sinnúmero de biólogos y de médicos se expiden en franca disidencia con "los médicos" mencionados sofísticamente por el autor de aquel escrito. De manera, entonces, que la única conclusión concreta que arroja este párrafo es la siguiente: su autor odia la teología católica con la misma carencia de seriedad y de responsabilidad que implica odiarla sin confesar siquiera con una pizca de valentía por qué la odia.

La inquina del autor de la nota contra los principios de la moral se percibe sin inconvenientes en el párrafo inmediatamente siguiente: en la Argentina se practicarían unos 400.000 abortos clandestinos por año, lo cual "da una idea de las dimensiones del problema planteado por la política severamente prohibitiva vigente". La inmoralidad de este juicio corre pareja con la trampa que encierra su formulación, porque el autor quiere decirnos que tal problema sería causado por la prohibición del aborto, cuando el verdadero problema, al menos para una mente observante y respetuosa de los principios de la moral, consiste en el crimen del aborto en cuanto tal, que es la supresión de un viviente humano. Las palabras del autor de la nota, luego, llevarían a deducir que el "problema" se resolvería con la legalización del uso de la píldora abortiva o con la despenalización de las prácticas abortivas. Ciertamente, con ello se producirían más de 400.000 crímenes anuales, pero esto no constituiría ningún problema, ya que para tal autor la supresión de un engendro humano no sería un crimen.

El grado de inmoralidad de la nota en cuestión se acrecienta cuando su autor ataca a los "principistas" que defienden la vida, para quienes, según su retorcida opinión, tal vez sea bueno "que muchas mujeres paguen un precio tan elevado por haber pecado", esto es, la muerte y las graves afecciones que pueden sufrir al prestarse a las prácticas abortivas. Cándida y payasescamente el autor asegura que otras personas consideran esta actitud principista como algo inhumano; el crimen del aborto, en cambio, no le resulta para nada inhumano.

Confesando su adhesión al agnosticismo, que no admite la inteligencia humana de los principios de la vida moral, el autor de la nota expresa que la problemática ética planteada por el aborto "nunca podrá resolverse" porque es incompatible con las posturas encontradas de quienes defienden los derechos de la mujer y de quienes defienden el derecho a la vida de los aún no nacidos. Desde ya, si los principios de la moral dependieran de un consenso democrático entre ambos bandos, la cuestión sería insoluble. Pero la vida moral, gracias a Dios, y contra la confesión de inmoralidad que estamos comentando, no depende de ningún consenso entre los hombres.

En tal sentido, me cabe recomendar al autor de la nota que lea menos la literatura periodística que propugna la inmoralidad de la "ética del consenso" y se tome unos días para leer la "Ética a Nicómaco" de Aristóteles. Quizás le sirva para convencerse de que para hablar de moral no basta el oficio de periodista, sino que se requiere un conocimiento filosófico profundo de la naturaleza y de los actos humanos. No me extraña, pues, que la nota aquí reseñada ponga al descubierto que acerca de la ética su autor no sabe absolutamente nada, lo cual explica los dislates que he señalado en su texto.

Señor Director: lamento que "Prensa Independiente" haya circulado esta nota decepcionante (**). Más habré de lamentar todavía que las inmoralidades allí insertas presagien e incentiven el futuro macabro que se yergue en el horizonte de los argentinos a la vista de la anarquía ya desatada en nuestra patria. Difícilmente se logrará evitar esta consecuencia en tanto el periodismo siga propalando este tipo de muestras deplorables de la cultura repugnante que se sustenta en la violación sistemática y desembozada de los principios más caros de la filosofía perenne y de la moral cristiana.

Le saludo atentamente,

Dr. Mario Enrique Sacchi.

[email protected]

(*) el autor de la nota del diario RÍO NEGRO´ fue su Director, por tratarse de la Editorial central. Omitimos mencionarlo oportunamente.

(**) Respecto a nuestro derecho a seleccionar lo que publicamos, ya nos hemos pronunciado más arriba.

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"Un justísimo fallo de la corte que indigna a los injustos"

 

Bien dicen los latinos: "intellectus apertatus discurrit" (la inteligencia exigida, piensa mejor).

Apretada por la presión de sus enemigos políticos y con pocos días de diferencia, la Corte Suprema ha dictado dos fallos importantes: uno, en el caso "Smith" declarando la inconstitucionalidad del congelamiento de los depósitos (falta que dicte otro diciendo lo mismo sobre la "pesificación" de los depósitos en dólares y esperemos que no deje de dictarlo); el otro, es el fallo que prohíbe la venta en el país de la píldora abortiva "del día después".

Este ultimo fue dictado en el caso "Portal de Belen c/ Ministerio de Salud y Acción Social s/ amparo" el 5 de Marzo del 2002.

La sentencia es impecable en su fundamentación legal y fáctica. Cita por lo menos cuatro autoridades medicas internacionales que aseguran que esta científicamente comprobado que la vida humana comienza con la fecundación, hecho este que es inmediatamente siguiente a la unión.

Ese microscópico ser es ya todo el hombre y la sentencia cita en apoyo de esta afirmación de un autor europeo, Georges Salet, que escribió: "la persona esta allí preparada y lista para ser dirigida

biológicamente pues el ADN del huevo contiene la descripción anticipada de toda la ontogénesis en sus mas pequeños detalles".

Por lo tanto, la droga que impide que ese ser minúsculo llegue a albergarse en el lugar del seno materno como es natural que ocurra para poder vivir y desarrollarse, es abortiva.

Esa droga, que en el amparo es mencionada con una de sus designaciones ("Imediat") es prohibida por el fallo de la Corte en nombre del derecho a la vida amparado por la Constitución nacional y por diversos Tratados de los que la Argentina es parte. Y "se ordena al Estado Nacional...dejar sin efecto la autorización (de venta) prohibiendo la fabricación, distribución y comercialización del fármaco "Imediat".

Esta sentencia justa causo la indignación de la generalidad del "establishment" y de la totalidad de la izquierda.

Ha quedado claro una vez mas, que en todo lo que se relacione con la moral, el "establishment" piensa como la izquierda. Ambos son partidarios desenfrenados y desvergonzados del "amor libre" y como este seria imposible sin anticonceptivos y, por las dudas, abortivos, levantan su gritería contra el fallo. ?Y hasta vociferan que esta es una razón mas para hacerle juicio político a la Corte!, salvando, por supuesto, a los cuatro jueces de la "izquierda" del Tribunal, tres de los cuales, curiosamente, tampoco quisieron condenar el "corralito"...

Hipócritamente se esconden detrás de la excusa de los "derechos de la mujer", porque seria demasiado escandaloso que dijeran: "Queremos fornicar sin problemas. Los hijos son la consecuencia del amor libre que no queremos aceptar. Luego necesitamos impedirlos y si eso falla, abortarlos. Todo lo que nos impida alguna de estas dos cosas, es digno de odio, de mucho odio: un odio proporcional al placer desenfrenado que sentimos cuando fornicamos libremente".

Pero los (y las) muy hipócritas, no usan este discurso sincero sino plañideras invocaciones a los derechos de la mujer. ¿De que mujer? ¿De la que quiere fornicar con igual libertad que los hombres, que no se embarazan o de las que aceptan dignamente la vocación femenina a la maternidad? ¿Vamos señoras y señoritas: sáquense las mascaras y digan la verdad!

Los argentinos que todavía defienden la moral y la decencia, seria bueno que aprendan de una vez por todas quien es quien en los medios de difusión. El periodista Adrián Ventura, de "La Nación", se ha sumado a la campana de los abortistas con el estilo sibilino que lo caracteriza. Vean, sino, el articulo que publico en la edición del 7/3/2002.

Y hoy, en primera pagina, el diario incita a la desobediencia al fallo haciendo una chicanera distinción entre la droga y la marca "Imediat": solo esta estaría prohibida y otras marcas, de la misma droga, se podrían seguir vendiendo.

El gobierno del rezador Duhalde (se fotografía frecuentemente arrodillado en bancos de iglesia), adopta esa tesis con una sonrisa cínica y solo prohibió "Imediat" manteniendo la autorización para otras marcas de la misma droga abortiva.

Es el mismo desparpajo con que desobedecen el fallo del caso "Smith", continuando impertérritos con la "reprogramación" de los depósitos robados hasta el 2005. Pero eso no impide que se llenen la boca con exclamaciones sobre el "respeto a la Justicia" y otras falsedades por el estilo.

Esta cada vez mas claro que el Estado de Derecho en la Argentina no existe. ?Como extrañarse, entonces, de que estemos en recensión, depresión, colapso o como quieran llamar a esta inmensa frustración nacional en que nos arrastramos? ?Alguien cree posible que un país pueda funcionar sin Derecho y sin Justicia?

http://www.labotellaalmar.com

Cartas de lectores de La Nación

 

"Evitar el papelón"

 

Señor Director:

"La República Argentina tiene investigadores y profesionales en el área de la Salud, sobre cuya categoría académica no hacen falta ponderaciones. Además, hay instituciones de prestigio internacional, como la Academia de Medicina, la Asociación Médica Argentina, el Conicet y otras.

"Los señores jueces de la Corte Suprema parecen tan omnipotentes en cuestiones científicas como lo son en cuestiones jurídicas, visto que no son capaces de asesorarse con quienes saben, para evitar el papelón de prohibir una droga que no existe en el mercado desde hace 2 años.

"Desde hace ya tiempo que recuerdo cada vez más las palabras de Mariano Moreno al morir... «Ay Patria mía»."

[email protected]

Cartas de lectores de La Nación

 

¨Repudio¨

 

Señor Director:

"Quisiera por medio de la presente hacer llegar al doctor Roberto Alemann mi solidaridad e indignación frente al hecho vergonzoso que tuvo que padecer el 8 del corriente.

"Acosado y golpeado por individuos de los más bajos instintos, energúmenos tan característicos en nuestra sociedad, en donde la violencia y la cobardía predominan.

"No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero sí lo conozco a través de sus conferencias, escritos y trayectoria pública, en donde siempre han predominado la mesura, el mejor consejo, la palabra de aliento en las mejores proposiciones para el bienestar general.

"A nuestra generación nos ha tocado vivir 60 años de incultura, la demolición de una Argentina que fue.

"Por eso, ante este hecho incalificable, tenga la seguridad de que las personas de bien testimonian su repudio.

"Por último, recuerde las palabras de Jesús: «Padre, perdónalos, no saben lo que hacen»."

Cartas de lectores de La Nación

 

¨Cobarde agresión¨

 

Señor Director:

"Los cobardes que agredieron a Roberto Alemann continuarán haciéndolo. Sólo debemos esperar una nueva presencia emblemática, cercana a una manifestación. Lo seguirán haciendo por una variedad de razones.

En primer lugar, porque forman parte de una sociedad fragmentada al extremo, donde cada grupo de protesta se siente legitimado para obtener por cualquier medio el fin perseguido; en segundo lugar, porque algunos funcionarios judiciales que compiten por un papel protagónico en los medios ya han avisado implícitamente a la policía qué es lo que le espera si intenta frenar este tipo de actos. Finalmente, porque desde diversos medios periodísticos se está alentando la revancha, cuando se intenta explicar la agresión, tal como ocurrió en el inicio de un nuevo programa denominado «Periodistas».

"La agresión física que sufrió Alemann no es otra cosa que una práctica hitleriana en el subdesarrollo. Piénsese por un momento con la lógica que intenta explicar la agresión, o sea: el estado actual de las cosas es una consecuencia de los postulados y las instituciones que Alemann siempre ha representado y ello promueve el castigo; aun con esta tremenda lógica de la violencia, los agresores deberían guardar parte del castigo para sí mismos, pues estoy seguro de que como gran parte de esta sociedad han tolerado alegremente durante una década muchas de las carencias morales que hoy se hacen patentes con el fracaso. Ahora intentan consolar la frustración individual y colectiva mediante la agresión. Otros intentan intelectualizarla. Una pequeña Alemania de 1933.

"Sin embargo, esto no es lo peor. Lo más grave es una sociedad que empieza a aceptar que la violencia es parte del flagelo que debemos sufrir por habernos equivocado. Una sociedad que tolera lo único susceptible de no ser tolerado, que es la intolerancia misma. Una sociedad que observa cómo la agresión física es parte del paisaje diario. En síntesis, una sociedad que parecería haber dado un mandato a sus gobernantes para que apliquen un principio ultraliberal a la violencia: «laissez faire, laissez passer»."

"Centro Tocqueville" – www.centrotocqueville.com.ar -- "Gaceta digital online" - www.gacetaonline.com

"La década del 70" www.geocities.com/ladecadadel70/index.htm

"Folleto Otrosi" www.geocities.com/otrosi.geo --"Libre opinión" - www.libreopinion.com/members/jose_marmol

Libro "In Memoriam I" www.geocities.com/inmemoriam1 --"Pretorianos" www.pretorianos.8k.com

Libro "Por amor al odio" www.geocities.com/por_amor_al_odio

"Prensa subterranea" www.geocities.com/prensa_subterranea_ar

"MUN" - www.geocities.com/movimientounidadnacional -- "Foro Generales" www.forodegeneralesret.org

"Despierta Chile" www.despiertachile.cl

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Lea "Tiempo Militar", para informaciones y colaboraciones: [email protected]

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