Una cara, el decaído sector privado de la economía:

En un año, hasta agosto último, aumentaron un 275 por ciento los despidos privados y también se incrementaron las suspensiones, lo que influirá en el nivel de desempleo.

A pocos días de conocerse las cifras récord de desocupación, así como las de la gente que ha caído en el nivel de pobreza y de la indigencia, ya se pueden ir reuniendo guarismos alarmantes que determinarán una mayor declinación de la calidad de vida cuando se hagan las nuevas mediciones en el segmento laboral-social. Los sectores donde hubo un mayor desprendimiento forzado de trabajadores fueron la construcción, el comercio, el transporte, los bancos, la industria metalúrgica y también la del calzado.

La otra cara, el gremialismo estatal va por más...., sordo a toda realidad:

La Asociación de Trabajadores del Estado – ATE, convocó a un paro nacional para hoy, medida que se complementará con una movilización a las 14, desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo.

La medida de fuerza reclama la restitución en pesos del 13% descontado a empleados públicos y jubilados, rechazando los bonos.

Lo que alegremente reclaman implica imprimir papel moneda por $ 2.600 millones. Quizás también se les ocurra pedir los intereses... y que sea todo actualizado a 1 peso un dólar, .., total, dale que va!

 

El 3 de septiembre de 1971, un grupo de la organización terrorista ERP atenta con explosivos, volando el automóvil de un Ejecutivo del frigorífico Subpga.

El 4 de septiembre de 1971, un grupo del ERP asalta la Compañía Telefónica de Tucumán y roba dinero.

El 4 de septiembre de 1971, un grupo del ERP asalta y copa la Cárcel de Villa Urquiza, liberando a catorce terroristas detenidos por la justicia. Durante la operación asesinan a cinco guardiacárceles.

Diferencias por el pedido de un polémico acuerdo bilateral

Rechazan dar inmunidad total a soldados de EE.UU.

Se les ofrece status diplomático a las tropas que entrenarán en Misiones. Pero EE.UU. pide más: que si cometen cualquier delito, no se los juzgue en Argentina.

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró que los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) sienten que cada vez que se acercan a un acuerdo con el país "es la Argentina la que se aleja", y señaló que la decisión del Congreso de suspender la aplicación del CER y el proyecto que responsabiliza a las casas matrices por la actividad de los bancos en el mercado local produjo un shock a nivel internacional.

Clarín - Miércoles 4 de Septiembre de 2002 -Ultimo momento 

El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, sostuvo esta mañana que "el FMI está reclamando un acuerdo político y el Gobierno ya hizo lo que debería hacer y más", en reacción a las negociaciones con los organismos internacionales. El funcionario agregó que "ahora le corresponde al FMI tomar la iniciativa y esperamos que lo haga a la brevedad, es decir, esperamos una respuesta de parte de ellos".

La situación financiera: acusaciones cruzadas por el manejo del sistema financiero. Aldo Pignanelli criticó severamente la intención de Roberto Lavagna de impulsar un ajuste en la banca pública. En una carta (?) le respondió que ésa es una tarea exclusiva de la entidad monetaria.

Algunas voces nos están indicando que tenemos muchas cosas erradas y que es inútil buscar al enemigo fuera de nosotros mismos. Es más, lo hemos criado y alimentado hasta permitirle tomar su estructura actual. Todo conjunto social debe organizarse para vivir razonablemente en comunidad y respetar las reglas de juego concertadas que, casi siempre no son ni tan claras ni tan perfectas por que los participantes defienden intereses sectoriales.

No obstante, nuestro instrumente básico del 1853, copiando principios de la "libertad" tan sabios y tan justos, nos señaló un deseado camino, que, poco tiempo después comenzó, con las disputas políticas a ser faltado en su esencia. Al amparo de ella conocimos nosotros los mayores a los descendientes de esas generaciones que, prácticamente sin nada, escapados de las miserias, la desocupación, la pobreza y las amenazas de la guerra llegaron a éstas tierras plenos de esperanzas e ilusiones.

Tuvieron sus reglas de juego, duras, difíciles, sacrificadas y al sosiego generoso de una Constitución - no siempre respetada, pero existente - crecieron en su esencia libertaria. Contra todas las inclemencias, esa gente fue armando sus vidas, se expandió por todo el territorio, con sus costumbres, creencias e idiomas diferentes, se acomodaron a la naturaleza de cada lugar y establecieron sus propias directrices. Con poco prejuicio y discriminaciones generaron numerosas familias, mezclaron sus sangres y dieron hijos productos de estas latitudes. Cualquiera que venga de antepasados locales de más de una generación lo sabe y sabe también con cuantos esfuerzos y desvelos. A poco se generó una idiosincrasia propia, con variedades de costumbres, con sentidos de pertenencia y de la propiedad y un fuerte deseo de superación de cada generación, que crecía en experiencias y conocimientos.

Era sabio también el hombre de la madre tierra que en ese concierto de intereses aprendió a respetar y ser respetado por sus pares y semejantes. De esas generaciones surgieron otras, que dieron al conjunto social, hombres esclarecidos, ilustrados y profundos amantes de su tierra. Servían de ejemplo por su dedicación y preocupación por sus semejantes, por los intereses de su hábitat y por el progreso, la difusión de las ideas, el crecimiento de la capacidad económica y la distribución de los bienes y servicios como, así también por la atención a los mas necesitados.

Al mismo tiempo, otra generación de hombres, al amparo de esas esperanzas actuaba de manera totalmente opuesta, no pensaban en la comunidad sino en ellos mismos y en las corporaciones que comenzaban a generar para proteger sus intereses. Emplearon para ello hombres que, en lugar de resguardar la Constitución y la ley, se dedicaron en generarles las impunidades vigentes hasta nuestros días.

Surgen desde esos tiempos, las diferencias esenciales de quienes creen en la libertad y la concertación como base de la convivencia y los otros que creen que es deber de un estado tutelar, a su cargo, determinar las circunstancias que hacen a la vida de las personas. Ambos extremos sin el prudente equilibrio no auguraron nada bueno para organizar y mantener el país. Esa falta de sensatez hizo que la base de sustentación se quebrara, como hoy se quebró.

Esa quiebra en grandes rasgos significa:

Las autonomías del pacto federal están en aniquilamiento, ninguna de ellas parece ser capaz de disponer de su destino,

 

la corrupción se instaló en todas partes; la apropiación y enajenación de los bienes de la sociedad por diferentes métodos se entroniza en las actitudes de los dirigentes;

 

los colapsos se suceden con intervalos cada vez menores y uniformemente acelerados.

 

El saqueo a la propiedad pública, a la privada y personal de los habitantes se tornó un método permanente o, por vía de la enajenación, de la devaluación o inflación o endeudamiento o simplemente por medio de la apropiación, llámese transferencia patrimonial indebida, impúdica o robo.

 

Hemos sido testigos de como trabajaron los antepasados, como educaron a sus hijos, como progresaron muchos y de como fracasaron otros, como fueron engañados y despojados, fundamentalmente por el aparato estatal. No tuvimos noticias que ante sus infortunios asaltaran o saquearan negocios o instituciones, que cobraran peajes en rutas, ni que impusieran las leyes de la barbarie en sus reivindicaciones, ni que golpearan a sus mayores.

Al mismo tiempo observamos como otras estructuras fueron apropiándose de la política haciendo de ella su modo de vida. Como parte de sus integrantes hicieron suyos bienes de la comunidad, como actualizaron las reglas de juego - incluso las de la justicia - para asegurar sus impunidades y como el poder dejó de ser de la población para ser exclusivo de grupos que se suceden en las alternancias.

La consecuencia fue hacer inexistentes las Instituciones de la República. Sabemos que tenemos que comenzar de nuevo, valen los esfuerzos de los pensantes para intentar el camino de la cordura, ante tanto desatino. Llevará tiempo, paremos de desenterrar fantasmas del pasado, el futuro está en peligro, es hora de actuar.

Tribuna Abierta : Hay que reducir el gasto público

 

Contra lo que sostienen algunos, el gasto público no ha hecho más que aumentar. No parece posible crecer ni salir de la crisis con un Estado de semejante tamaño

por Mario Teijeiro. Presidente del Centro de Estudios Públicos

Daría la impresión de que existe un complot para aturdir aún más a los argentinos. A las múltiples fuentes de confusión que acompañan esta crisis, se suma ahora la inesperada coincidencia de Ismael Bermúdez - periodista de Clarín, con manifiestas preferencias por el intervencionismo del Estado - con los economistas del CEMA, quizá los máximos representantes del capitalismo para la imagen popular.

La confluencia de opiniones se da alrededor del comportamiento del gasto público en la década pasada. Apoyándose en un mismo trabajo publicado por el Ministerio de Economía, Bermúdez proclama "el mito del gasto público", Roque Fernández dice que "no ha habido tal cosa como una explosión del gasto público primario en la última década... por el contrario... se mantuvo relativamente constante", y Carlos Rodríguez concluye que el gobierno de De la Rúa "recibió un gasto público en términos del PBI prácticamente idéntico al de una década atrás".

El problema de todas estas opiniones es doble: el trabajo del Ministerio de Economía en el cual se basan está mal y el uso que hacen de las cifras es equívoco. El caso Enron empalidece en comparación con la manipulación contable del Ministerio de Economía. Para dar la imagen de que el gasto público no aumentó durante la convertibilidad, decidieron "inflar" artificialmente el gasto público del período 1985-92 por la friolera de $40.000 millones de pesos (a precios del 2001). Para ello incorporaron los pagos a jubilados y otros beneficiarios que hubieran correspondido hacer en aquel período según la ley, pero no se hicieron. Paralelamente "pincharon" todos los gastos hechos del 92 en adelante, no computando las erogaciones pagadas con Bocones (por un monto acumulado de aproximadamente $ 28.500 millones a precios de 2001).

Cuando se eliminan estos devengamientos arbitrarios y se incorporan los pagos efectivamente realizados, las series de gasto del ministerio se alteran significativamente .

Cuando uno utiliza la serie correcta, los resultados son totalmente distintos. El gasto primario aumentó de 25,2% del PBI en 1990 a 31,1% en 1999 y a 30,5% en 2001. La comparación más relevante es la que se realiza con el año 1990, no con el año 1991 como hacen los defensores de la política fiscal de la convertibilidad. La razón es obvia: el salto espectacular del gasto público comenzó apenas Cavallo asumió, en febrero de 1991.

¿Pero qué es esta novedad de considerar sólo el gasto "primario"? ¿Es que los gastos en intereses no tienen ninguna consecuencia macroeconómica? ¡Por supuesto que la tienen! Y si no, miremos qué pasó con la economía argentina cuando los mercados externos se "secaron" y hubo que empezar a financiar el gasto total con impuestazos y colocaciones de bonos a los bancos y las administradoras de jubilaciones y pensiones.

La verdadera medida del peso del sector público es el gasto total y cuando miramos este indicador, las comparaciones son aún más negativas. El gasto total aumentó de 26,8% del PBI en 1990 a 34,6% en 1999 y a 35,9% en el 2001.

Una sana política fiscal implica aumentar el gasto sólo en función de aumentos permanentes del ingreso y no de aumentos transitorios y cuando esa distinción es difícil de realizar, es preferible equivocarse por "prudente" y no por "optimista". Pero el punto adicional es que si el gasto público crece durante los auges transitorios, contribuye a aumentar aún más el producto. Entramos así en el (falso) círculo virtuoso que el aumento del gasto público aumenta el producto y el aumento del producto "justifica" un nuevo aumento del gasto.

Para evitar este problema, un indicador más apropiado es el gasto público medido en dólares (ajustado por la inflación americana). Y con este indicador, el gasto total durante la convertibilidad aumentó el 109 por ciento.

Pero independientemente de cómo se reparte la responsabilidad de haber alcanzado un gasto de 36% del PBI en el 2001, lo trascendente ahora es discutir qué hacemos con este sector público que nos dejaron.

¿Es posible crecer sostenidamente con un Estado de este tamaño? ¿No es acaso evidente que el gasto público alcanzado nos llevó de impuestazo en impuestazo y a un endeudamiento insostenible que terminó en el default y el colapso económico? ¿A cuánto subirá su participación con la evolución de los intereses de la deuda, probablemente a disminuirse por una quita importante, pero aumentados por las compensaciones al sistema financiero y por un valor del dólar al menos duplicado en términos reales? Sin capacidad de endeudamiento interno o externo, ¿cómo financiaremos el gasto público sino con cada vez más impuestos extraordinarios y nuevas subas de tasas?

Si queremos tener una economía competitiva que no tenga el lastre insoportable de un sector público con impuestos exorbitantes, el peso relativo del gasto público deberá reducirse sustantivamente, idealmente a niveles inferiores a los de la década del 80.

La alternativa de reducir la evasión es utópica; no estamos en Europa, donde el sector público funciona y la gente paga sin una evasión relevante. Aquí tenemos un producto (el gasto público) que la gente valora muy poco y por lo tanto el "precio" (los impuestos) que se puede pedir por él es muy bajo.

La solución de mejorar la calidad del gasto público hay que empezarla ya, pero demorará muchos años antes que se note. Mientras tanto, los intentos de vender caro un mal producto terminan en una evasión generalizada y en una tremenda desventaja para la actividad productiva organizada frente a la informalidad.

www.geocities.com/prensa_subterranea_ar

"Tras veinte años de soledad"

 

Con este número ´Prensa Subterránea´ cumple 20 años ininterrumpidos de actividad: Comenzó a aparecer cuando el ´Proceso de Reorganización Nacional´ capituló ante la Multipartidaria, eufemismo éste de un conglomerado de terroristas, paraterroristas y filoterroristas. Venía a suceder al Informativo Semanal que interrumpió sus apariciones cuando se produjo la que no sin sarcasmo denominamos rendición de Breda... sin pensar entonces que las lanzas pudieran oxidarse tan pronto.

El propósito de ´Prensa Subterránea´ era simple y claro: manifestar y dejar un testimonio distinto al difundido por medio de una prensa que había sido prolijamente domesticada por la venalidad o por el ideologismo. Se trató de una actitud puramente personal, del empecinamiento de un llanero solitario: Los vencedores se habían entregado a los vencidos y la venganza de los vencidos es siempre más cruel que la de los vencedores.

La Multipartidaria no dejó nada en pie pero dio a 1os nuevos derrotados un inapreciable ejemplo de cohesión. Porque entonces los comicios comenzaron a ser apenas internas de una alianza, hasta ahora indestructible, contra todos los que se negaran a justificar el terrorismo.

Fue así como los partidos políticos asumieron de hecho la suma del poder público y homologaron su atropello mediante el engendro constitucional de Santa Fe / Paraná. Ya habían destruido minuciosamente el contrapoder militar, no sin contar para ello con la colaboración de 1os militares mismos, que le recordaban a Prensa Subterránea la mansedumbre de los judíos cuando eran arreados a las cámaras de gas por la ferocidad nazi. Pero lo más dramático y ominoso no fue 1a sanción del artículo 38 de la Constitución Nacional parida por el Pacto de Olivos, sino la imagen patética del general Balza pidiendo perdón, no ante el pueblo, no ante los poderes constituidos, sino ante el más ruin y descalificado miembro del poder mediático.

Las fuerzas de la República (o dicho más primitivamente, el antiterrorismo) habían ganado la batalla militar y perdido la batalla política. Esto es lo que se afirmaba. Quedaban todavía dos batallas por librar, la batalla dialéctica y la batalla histórica.

El llanero, convertido en algo así como un nuevo sargento York, pensó que algo podía hacer en esas dos batallas pendientes. Dios dirá si lo hizo, pero veinte años de perseverancia fueron también veinte años de soledad.

¿Cuál es la situación del país al cabo de dos décadas de implacable partidocracia? Está a 1a vista: la desocupación, el crimen en la calle, las calles mismas convertidas en lupanares al paso, millares de personas condenadas a comer basura recogida noche tras noche en las bolsas de residuos, 1a lástima y el desprecio de la comunidad internacional, el pordioseo cotidiano a los organismos financieros foráneos y, por sobre todo eso, una justicia envilecida por la venalidad o el ideologismo que sella con plomo y soplete cualquier resquicio hacia la esperanza. Si acaso hubo un terrorismo de Estado, lo que hay ahora es un latrocinio de Estado.

A partir de 1a rendición de Breda la política dio la espalda al pueblo condenándolo a la desocupación y al hambre. Dejó de ser el arte de gobernar para convertirse en el arte de robar y, si alguien enrostra y contrapone el ejemplo de austeridad que dieron las fuerzas de la República, se habla de hipocresía.

Nada habría alegrado tanto a la partidocracia como el hallazgo de algunas cuentas bancarias suizas a nombre de los jefes militares. Cuando alguien descubrió que el general Bussi tenía en Suiza unos cuantos dólares, cuyo monto suscitaría 1as sonrisas lastimeras de 1os Neustadt, 1as Maríajulias, las Adelinas; los Longobardis y los Yomas, la Cámara de Diputados se rasgó las vestiduras e impuso su hipocresía moralizadora a al decisión libre del pueblo tucumano.

Sin embargo las grandes cuentas no las tienen los jefes militares sino los fariseos de la Constitución y la Democracia. Para poder tomar revancha en la persona de algunos jefes fue necesario retorcer la lógica y hacer pasar como robo de bebés la preocupación por el destino de los niños a quienes las peripecias inevitables de la guerra habían condenado a la orfandad. Al paraterrorismo lo exaspera la imposibilidad de hablar de militares corruptos y ladrones, que es lo que más gozo les daría. Los niños que en Afganistán u otros países de la misma laya son obligados por el fundamentalismo a servir como soldados, bajo la dictadura partidocrática de la Argentina son cínicamente convertidos en monaguillos de las sacerdotisas del odio como Mary Sánchez o Marta Maffei, en pichones de piqueteros a las órdenes de Raúl Castells. Por los años setenta a los adolescentes e impúberes se los arrastró a la calle a gritar ´duro, duro, duro, estos son los montoneros que mataron a Aramburu´, y a los no nacidos a servir desde las panzas de sus madres como escudos o corazas contra la respuesta a la agresión terrorista.

Nada de esto parece herir la sensibilidad de las madres y las abuelas transformadas en pasionarias. Sería doloroso que la historia pudiera volver a repetirse y que mañana apareciera una nueva camada de pañuelos blancos. La violación sistemática de la conciencia de los niños es por lo menos tan despreciable como podría serlo, si acaso hubiese existido, el llamado robo de bebés.

¿Cómo pudo llegarse a este feroz aniquilamiento de la lógica y de la decencia? ¿Cómo pudo tolerarse la desfachatada confiscación de la Constitución, de las leyes, de la justicia y de la democracia? Cuando se dice que nunca padeció el país una crisis más profunda y más prolongada que la que ahora sufre, se olvida agregar que tampoco nunca careció el país, tanto como ahora, de ciudadanos capaces de imponer, por el camino de la ley o de la fuerza, el imperio de la Constitución.

Ahora el pueblo está librado a sus propios recursos, a tañer cacerolas como las tañeron en Chile los pinochetistas contra el aparcero de Fidel Castro que había condenado a1 pueblo chileno al desabastecimiento y a la necesidad. Lamentablemente el pueblo es inconstante por naturaleza, hoy puede quemar lo que ayer adoró o viceversa. Por eso 1as cacerolas han enmudecido y el voto bronca es como si se hubiese fugado de las encuestas. La protesta popular se ha ablandado a ta1 punto que ya no se lanza a combatir la desocupación y el hambre sino a salvar los ahorros de los especuladores y también 1os de aquellos trabajadores menos infortunados que habían podido ahorrar algunos pesos. ¿Cuánto más necesario que Nito Artaza nos está pareciendo el Perro Santillán!

La Multipartidaria puede sentirse feliz. Su obra fue gradual, prolija y completa. Destruyó el contra poder militar con lo que se aseguró su propia impunidad; hizo de la Constitución una sirvienta de los partidos políticos; hizo de Temis una prostituta y de los periodistas hizo corifeos de la mentira. AI pueblo lo convirtió en un gato entre la leña, pero un gato castrado. Todos somos espectadores de nuestra propia desdicha. Militares y civiles estamos condenados a consumirnos mirándonos el ombligo.

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Genial burocracia

 

Señor Director:

"Los argentinos somos un pueblo desagradecido que no sabe valorar la genial burocracia que nos gobierna.

"Hasta ahora, gracias a ella, en la Argentina no hay más ciegos, sólo no videntes; no hay más sordos, sino hipoacúsicos; no más paralíticos, sólo discapacitados motrices, etcétera. Pero hete aquí que, además, gracias a su fértil imaginación (ver LA NACION, 31 de agosto último, sección 1a., página 20), en adelante no tendremos más cirujas ni cartoneros, sino... recuperadores ambientales.

"Pronto no tendremos más hambrientos, sino infracomidos; ni más pobres, sino hiposolventes. Y seremos todos felices."